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MIRREYNATO LA OTRA DESIGUALDAD, RICARDO RAPHAEL

by editor

Miguel Charbel Alvarez Peralta

Introducción a la Ciencia Política

Profesor: Horacio Vives Segl

13 de mayo de 2015

 

Mirreynato

La otra Desigualdad

– Ricardo Raphael –

 

El Mirreynato es un régimen donde predominan la ostentación, la prepotencia, la impunidad, la corrupción, la discriminación, la desigualdad, el desprecio por la cultura del esfuerzo, el privilegio que otorgan las redes familiares y un pésimo funcionamiento del ascensor social. El Mirreynato es un régimen en el que todos los mexicanos, de alguna manera, participamos.

 

No es novedad escuchar por las calles, en las escuelas, en el trabajo, que México enfrenta una crisis y no precisamente una económica, me refiero a una crisis de índole social. Todos sabemos que hoy en día vivimos en una sociedad marcada principalmente por la desigualdad. Una situación, a mi parecer, contraproducente puesto que vivimos en un país que pretende ser una “república” y aún así existen  ciudadanos que ostentan de manera exagerada sus riquezas y privilegios. El mejor ejemplo de esta problemática es el mirrey contemporáneo, un sujeto a quien le tiene sin cuidado la ostentación pública, y que al contrario necesita mostrar cuanto sea posible para que todos perciban su naturaleza superior.

 

El autor verdaderamente acierta en el contexto en el que desarrolla su libro, nos pone frente a varios episodios; impunidad, corrupción, discriminación, temas que actualmente golpean a nuestro país. Un punto muy fuerte en la lectura es que el gobierno sirve a esta tribu urbana de los mirreyes, principalmente en lo que respecta a la justicia.

 

No me sorprende que 8 de cada 10 delitos cometidos en México no se denuncien ante la autoridad, y tampoco lo hace el hecho de que esa misma proporción de mexicanos estén convencidos de que los ingresos determinan el acceso a la justicia. Y es que todos sabemos que los operadores del Estado tienden a tratar de manera diferente lo que ocurre en la periferia frente a lo que sucede dentro del castillo.[1] En esta sociedad, como vulgarmente se dice, “con dinero baila el perro”. Estamos tan divididos, que aquellos que detentan cargos elevados se atribuyen connotaciones divinas, que la justicia no los puede tocar, que pueden hacer y deshacer, ¿y dónde queda la mayoría de la población que no cuenta con recursos? Es simple, son dejados de lado, callados e incluso discriminados. En el Estado de derecho legítimo, todos somos iguales ante la ley, sin embargo, en este régimen mirreynal, sólo aquellos con poder y con dinero son los garantes de la justicia. Bien lo señala el autor, él metafóricamente ve al país como un edificio de 10 pisos; en los dos más altos viven los privilegiados y en los más bajos los más pobres pero, hay un problema el “ascensor” no sirve y no hay manera de subir.

 

Más allá del problema jurídico, comparto un punto con el autor, este respecto a que el principal agente causante de este régimen es la educación. Thomas Piketty ya lo decía en su libro, El capital en el siglo XXI, el principal antídoto contra la desigualdad es la difusión de conocimiento y la capacitación de las personas: Los pobres alcanzarán a los ricos en la medida en que adquieren el mismo nivel de herramientas y habilidades cognitivas y tecnológicas. En la actualidad, podemos ver que en el sistema mirreynal hay una clara distinción entre las escuelas públicas  y las privadas, en vez de que la educación promueva la unión, es una de las llaves que se usan en México para cerrar accesos. Justo aquí merece la pena decir, que no hay otra institución que deba proveer un sistema que sea capaz de esparcir conocimientos y las herramientas para acceder a ellas más fuerte que el Estado, entonces un reorganización de este en la que la igualdad sea un punto de partida es necesaria.

 

Dicho lo anterior, me atrevo a decir que el país se está destrozando, mientras la arrogancia de los de arriba, la frustación de lo de abajo y la ceguera de los de en medio no lleguen a una fin esta situación no cambiará. Si bien este cambio de época ha beneficiado el Mirreynato, creo que está en nosotros el poder de cambiarlo, hay que recuperar la empatía, este valor que el autor considera escaso. Retomando un poco la cita principal [] El Mirreynato es un régimen en el que todos los mexicanos, de alguna manera, participamos. Estos defectos que tanto nos molestan no solo se encuentran en el “penthhouse del poder”, muchos de ellos los compartimos y por esto esta relación con los mirreyes. No hay que engañarnos, debemos enfrentar está realidad por más molesta que sea, derrocar este régimen donde la violencia y la desigualdad de forma extrema reinan.

 

 

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