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El turno es de los Kalanchoes

by Nora Guerrero

Kalanchos, como se les pronuncia en nuestra aldea, es una de las principalísimas plantas que se cultivan en Xalapa, Veracruz. Es originaria de Madagascar cuyo nombre botánico es ‘Kalanchoe blossfeldiana’, preferidos sólo después de los capotes y geranios -sus primos hermanos-. La kalanchoe blossfeldiana es una planta suculenta de hojas verde-oscuro. Fundamentalmente es una planta rústica de sencillos cuidados y fácil reproducción. Son de clima cálido y no resistirían temperaturas más bajas de los 10 grados. Las y los jardineros xalapeños, que muchas veces vienen de localidades y municipios circunvecinos, saben muy bien de esto.

Los kalanchoes son muy nobles y vistosos. Los hay rojos, blancos, rosados, amarillos, anaranjados y en un sinfín de tonalidades. Aunque su temporada es la primavera, los vemos florecer en cualquier época del año. Son poco exigentes con los cuidados y les gusta estar cerca de las personas. También les gusta el sol y el riego moderado; su altura generalmente no rebasa los treinta o cuarenta centímetros y florean casi todo el año. Sus pequeñas flores de cuatro pétalos se dan en racimos, en colores rojo, rosa, blanco, púrpura, amarillo, fucsia, naranja y una amplia gama de tonalidades. Son plantas de interior y exterior y, desde luego, deben recibir los cuidados indispensables.

Nos recomienda Doña Remedios, gentil cultivadora del barrio de El Dique, que las macetas de kalanchoes “deben estar cerca de las ventanas, recibiendo luz y oxígeno y su riego debe ser moderado y, su abono de nitrógeno y potasio, no debe ser excesivo”, ella recomienda que debe aplicarse una vez al mes. Cuando nuestra amiga los quiere reproducir, los siembra por esquejes y los deja reposar por un día. Los kalanchoes también se pueden sembrar en el jardín y en el patio, pero se debe cuidar que no queden expuestos al sol todo el día, pues se quemarían.

He visto, estimados lector-lectora, que la planta de esta menuda y alegre flor se puede sembrar en el jardín por bloques de color, lo que da una vista armoniosa y espectacular. Si acaso nuestra casa no cuenta con un patio de generoso tamaño, podríamos hacerlo en conjunto de macetas. Es una forma de alegrar nuestros espacios.

Amelia, la sembradora por excelencia de la colonia Progreso Macuiltépetl, nos dice que estas plantas son anuales, pero duran muchos meses, de finales del invierno hasta después del verano “son de preciosos colores y a mí me gustan mucho los amarillos. Los kalanchoes son muy nobles porque aceptan cualquier tipo de tierra, pero hay que ir podando las plantas, pues algunas me han crecido mucho. Las pongo entre sol y sombra. Sus hojas son como las suculentas y cuando están en floración se dan como mini-ramilletes de novia. Me encantan en color naranja”.

Rosita, de la colonia Reforma, gran sembradora y divulgadora de sus flores por las redes sociales, también es amante de los kalanchoes y de todas las plantas. Tiene quince plantas de kalanchoes, solamente en bicolor rojo con amarillo. Ella me dice que sus plantas “dan flores muy duraderas, pues florecen en primavera, tardan el verano y un poco más y de ahí, hasta la próxima primavera vuelven a florecer y nosotros a alegrarnos”.

Estos testimonios sólo son muestra del gusto y afición por cultivar estas plantas generosas que, habiendo venido desde la lejana África, han encontrado en América y en nuestro país un gran nicho de apreciación y cultivo.

Estimados lector-lectora, si usted aún no experimenta con gozar de las bondades y bellezas de esta noble planta de exquisita y minúscula flor, le recomiendo que visite alguno de los muchos viveros de la ciudad para adquirirlas que, por si fuera poco, son de costo muy económico…[email protected]

 

 

 

 

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