Con altos grados de corrupción, impunidad, inoperancia, insensatez, ambición desmedida, violencia extrema, rechazo popular, imposiciones, ineficacia, desprecio a hacia la población , miseria, hambre, empresas quebradas y amenazadas por el crimen organizado , deuda pública en aumento, el hundimiento del estado en los aspectos políticos, económicos y sociales, el juicio político a Miguel Ángel Yunes Linares debe considerarse. No puede esperar más, pues avanza en estrategias para blindarse. Sus colaboradores y diputados panistas infractores, quedarán expuestos a las leyes que deben ser inflexibles. Yunes Linares metió a la cárcel a 6 de los 300 que delinquieron, con el robo al erario. Dejó libres a los del “vómito negro” e hizo negociaciones, que solo fueron de beneficio personal. Todo tiene registro. Los que desaparecieron, seguramente alertados, como Carlos Aguirre o Vicente Benítez que quedó en el congreso estatal. Sé que hay abogados honestos y brillantes, que pudieran dar forma al delito. Se corre el riesgo de que suceda lo mismo que Duarte, que pudiera quedar libre- al igual que Arturo Bermúdez y Gina Domínguez- por la inoperancia de una fiscalía, que armó delitos no suficientemente sustentados y dejo lagunas. Verdades a medias. *** La supuesta asociación gansteril del poder Ejecutivo con el Judicial, es insostenible. Hablando de los contratos otorgados con Edel Álvarez Peña, para la construcción de las ciudades judiciales. “Empresas vinculadas al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares resultaron beneficiadas con el contrato para la construcción de 21 ciudades judiciales en el estado que les dejará ganancias durante 25 años”, informa la nota periodística. La familia de MIYULI con su gran fortuna, quedará protegida hasta la quinta generación. Todo ese dinero, de la extracción al erario a través de sus varios y jugosos puestos públicos. Más beneficiado, cuando aliado de Elba Esther Gordillo “sucumbió” a la líder, recibiendo grandes canonjías y después negándola. Esta historia apenas comienza y dará para mucho. *** El caso de Edel Álvarez Peña, es muy delicado. Su relación cercana al gobernante en turno, es sospechosísimo de por qué no se ha aplicado la ley con rigor en el estado. O será acaso porque nunca tuvo el perfil adecuado. La sentencia de “en Veracruz cualquier pendejo puede ser magistrado”, refiriéndose a su persona, lo pone en tela de juicio.*** Hay que tener mucho cuidado, en el gobierno que llega, de no admitir a ninguna persona incapacitada para el puesto. Los funcionarios públicos nos salen demasiado caros, para que no cumplan con su trabajo. *** Y para las agruras del mole…usted sabrá qué tomar. Hasta la próxima.