Fue coincidencia, porque como si todos se hubieran puesto de acuerdo, el martes pasado le “llovió” mediáticamente al alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez.
La crítica fue en parte por los malos servicios públicos que presta (tal vez mejor dicho que no presta) su administración, pero también los siempre agudos chicos de la prensa lo pillaron en su contradicción respecto al estacionamiento de la Plaza Ánimas de la capital del Estado.
Circularon en las redes sociales como volantes sus declaraciones sobre el tema, un día diciendo que sí había peligro y otro negándolo, declarando que no. Hoy ya no sabe uno si sí o si no (el día que quede yo bajo los escombros como pasó a muchos en Génova, Italia, con el puente que se acaba de derrumbar, entonces tendré la certeza). Tuvo sus diez minutos de Chimoltrufia (así como digo una cosa digo otra) y no se lo dejaron pasar.
Me da la impresión, por algunas declaraciones que ha hecho, que al presidente municipal le molesta la crítica. Entendible –al menos para mí– porque no es político, no lo ha sido y no tiene la piel curtida como para que todo se le resbale como en el caso de las chuchas cuereras que han aprendido a sobrevivir muy bien en la selva de la política llena hasta de fieras que comen, devoran carne humana, al prójimo. Tiene la piel muy delgadita, es muy sensible, pues.
Recién, hoy hace una semana, el 9 de agosto la presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes en Xalapa, Idehanna Gómez Ortiz, pidió la destitución del director de Turismo del Ayuntamiento, José Eduardo Ros Martínez.
Su petición la sustentó, dijo, en la baja ocupación hotelera durante el pasado periodo vacacional y acusó que la Dirección del ramo no promovió visitas, a diferencia de lo que hicieron los gobiernos municipales de Xico, Naolinco, Coatepec y Teocelo.
Expresó que para colmo, un intento que pretendían llevaría como logotipo “un chile jalapeño cuando sabemos que aquí no se cultivan chiles”. Afirmó que “sinceramente no nos iba a ayudar en nada”.
Por lo que reveló, se reunieron con el alcalde quien defendió al funcionario de su administración. En su declaración de hace una semana, ella insistió en su petición.
“Por favor, a nombre del sector turístico se lo pediría y que se haga ya, porque no hay resultados; a cuántos meses estamos pero seguimos dando tumbo tras tumbo y esto nada más no ha funcionado” (alcalorpolitico.com 09/08/2018). De paso avaló las cifras de propietarios de hoteles y moteles en el sentido de un descenso en el hospedaje.
En lugar de cabildeo, de diálogo, de pedirle a Ros que se reuniera con quienes lo cuestionan para aclarar paradas, limar asperezas y que se coordinen, optó por la descalificación de los críticos, y le salió entonces el Miguel Ángel Yunes que lleva dentro. Reaccionó igual que él.
“No voy a hacer caso de gente que nada más difama, calumnia y entra en un juego de desprestigio que no tiene un soporte… Quien viene a decir eso, lo dice sin fundamentos es muy fácil llenarse la boca de palabras sin base sólida” (alcalorpolitico 13/08/2018), fue su respuesta cuatro días después.
Dijo que el trabajo de su chico es “espléndido y excelente” y que en el periodo vacacional la ocupación hotelera subió de 40 a 63 por ciento.
Y entonces se fue también contra el exdirigente de la Asociación de Hoteles y Moteles, Reynaldo Quirarte. “El señor Reynaldo Quirarte es muy respetable pero también trae un juego político, donde seguramente aspira a tener un puesto en la administración y es en ese tenor que se dicen muchas mentiras, se calumnia y se ataca la reputación de las personas”.
El alcalde, lo acabamos de comprobar, se irrita fácilmente. Tal vez todavía no ha caído en la cuenta de que ahora está en un cargo político y que la base de la política, de la buena política, es el diálogo, que no hay nada que no se pueda solucionar platicando.
Por lo pronto, ya abrió un frente con un sector importante para dinamizar y fortalecer la economía municipal; un sector que, por lo demás, que se sepa, se entiende muy bien con el gobernador electo Cuitláhuac García, quien los atiende, los escucha y dialoga con ellos, como lo hace también, igualmente que se sepa, el futuro nuevo Secretario de Gobierno Eric Cisneros.
En el caso del presidente municipal, su luna de miel con el electorado, y si es que la hubo con la prensa o con algún sector de la prensa, demoró porque se interpusieron las campañas, pero una vez terminada y resuelta la sucesión gubernamental ha concluido y ha pasado ya a la luna de hiel, se acabó el periodo de gracia que le habían otorgado y de aquí en adelante, eso creo, la población le exigirá resultados y la prensa lo tendrá bajo la lupa vigilando que cumpla con su compromiso so pena de someterlo a la crítica.
Como todos los que me hablan bien de él y me dicen que es muy buena persona, no dudo que lo sea, pero ahora resulta que es el presidente municipal de la primera capital de un Estado del país que ganó su partido Morena y ese es un elemento adicional para exigirle y esperar de él los mejores resultados en el menor tiempo posible.
Pero, además, la presión es mayor porque entre el electorado, incluyendo el municipal, se espera mucho, muchos esperan todo de los gobiernos morenos, que van a resolver todos los problemas, que serán no mejores sino superiores a los priistas y a los panistas y por eso se volcaron en las urnas a favor de ellos el pasado 1 de julio.
Por ahora tiene el atenuante de que buena parte de la atención mediática, la crítica está centrada en el gobernador Yunes, pero este ya no demora en el cargo y entonces los responsables, los únicos responsables de la gobernanza serán las autoridades de Morena, incluyendo, lógicamente, al señor alcalde (más tarde el gobernador y el presidente).
Observando la movilidad que tiene el gobernador electo, García, quien se reúne con los más diversos sectores del Estado, que los escucha, que los atiende, que dialoga con ellos, que atiende a la prensa sin molestarse por las preguntas (al menos por ahora, quién sabe después), que ha dicho que nunca usará su derecho de réplica, me da la impresión que ha aprendido más rápido a comportarse como un político que Hipólito.
Los xalapeños queremos buenos servicios, eso y nada más. Ojalá y el alcalde no se caliente a la menor crítica, no descalifique a los críticos de su gobierno, convoque a todos, busque y pida la suma de esfuerzos y no olvide que sus colaboradores son seres humanos y como tales también falibles, y que solo no se equivoca quien no hace nada.
Y, lógicamente, que cuide mucho lo que dice para no caer en las contradicciones como la que acaba de exhibir y lo acaba de exhibir. Debe buscarse buenos asesores y exigir a regidores y directores de servicios su mayor esfuerzo, porque la crítica no va a ser para ellos sino para él. Suerte y se le desea éxito.