Es en Genésis (7:12) donde se menciona que hubo un Diluvio que duró 40 días y 40 noches. Según la Biblia, la inundación tuvo alcance universal.
En Cien años de soledad, llovió cuatro años, once meses y dos días. “Se desempedraba el cielo en unas tempestades de estropicio, y el norte mandaba unos huracanes que desportillaron techos y derribaron paredes, y desenterraron de raíz las últimas cepas de las plantaciones”, escribió Gabriel García Márquez.
En Xalapa… en Xalapa ha estado lloviendo últimamente, no con la permanencia del Diluvio universal ni como en Macondo, pero sí regularmente, a veces todo el día, a veces por las tardes-noches.
Y heme aquí sorteando o las verdaderas lagunas que se forman en bocacalles de cruceros o en algunas calles donde el agua cubre incluso pasitos a desnivel elevados para el paso de transeúntes, como en mi caso.
O a veces buscando evitar que pase algún vehículo a regular velocidad y me salpique de agua en la acera por donde voy caminando, haciendo malabares o como un verdadero torero dando capotazos para evitar que me llegue el sucio líquido.
Y para colmo, en tramos empedrados, sin poder ver si donde voy a pisar existe una piedra más desgastada o sumida, o a desnivel hacia abajo donde se ha acumulado más agua y me voy a mojar los zapatos y los calcetines.
Esto no me había pasado nunca antes en Xalapa, no al menos por el área donde vivo, casi dentro del área del centro histórico de la ciudad, hasta que ha tomado las riendas de la administración el primer gobierno municipal de Morena.
No hay que ser ningún ingeniero especialista para darse cuenta que lo que motiva estas lagunas urbanas es el descuido total, la falta de desazolve de las atarjeas; y la oscuridad, por la falta de mantenimiento o de la renovación de lámparas fundidas por nuevas, del servicio público de alumbrado.
El problema no es nuevo y las quejas que tengo de lectores, vecinos, amigos y conocidos de todas las partes de la ciudad son muchas, en forma constante.
Algunos datos:
Hay calles y avenidas con tramos destrozados, con baches y hoyancos como la Independencia, entre 20 de noviembre y Américas; las laterales de Lázaro Cárdenas a la altura del puente Miguel Alemán; casi en su totalidad las avenidas Encanto, desde Américas hasta Lázaro Cárdenas a la altura del Congreso; también la paralela, Ferrocarril Interoceánico, donde se ubica el Poder Judicial.
De igual forma está la avenida Circuito Presidentes que lleva de Maestros Veracruzanos hacia el Velódromo, a la altura de la USBI, y el acceso por esa vía a la zona universitaria, en las laterales del puente Rébsamen sobre la misma ruta.
También la avenida Américas casi con Maestros Veracruzanos; la calle Porfirio Díaz (destrozada al igual que Independencia de la colonia 2 de abril) entre Pípila y Justino Sarmiento; la avenida Miguel Alemán desde Américas hasta el entronque con la avenida Villahermosa donde está el Cbtis 13; la propia Villahermosa en varios tramos; Ruiz Cortines, por el rumbo de los lavaderos; la avenida México en su acceso a la colonia Revolución.
En la avenida 20 de Noviembre y en la Independencia, afuera y a un costado de la Quinta de las Rosas, respectivamente, espacio de capacitación y esparcimiento de personas de la tercera edad no hay luminarias encendidas por la tarde-noche desde la iglesia de La Piedad, lo mismo sucede en Arco Sur desde el semáforo frente a Walt Mart hasta el edificio de la Fiscalía; en Rébsamen, en el sentido de Veracruz hacia el centro, pocos metros adelante de la entrada a Xalapa 2000 y en un tramo de la avenida Xalapa hacia el edificio de Finanzas.
Igualmente en la misma unidad de Xalapa 2000 las calles están destrozadas y tienen problemas con la recolección de basura.
Puedo seguir citando ejemplos pero por ahora con eso creo que es suficiente.
Percibo entre los xalapeños desencanto con la administración de Hipólito Rodríguez. Ya lo había antes de las elecciones pero aun así le dieron la confianza con su voto de nuevo a su partido y sus candidatos.
En varias ocasiones escuché que, generosos como son los habitantes de la capital del Estado, trataban de justificar al presidente municipal diciendo que no hacía nada porque lo bloqueaban, por las campañas, los de enfrente, que tampoco son unas peritas en dulce.
Pero las campañas terminaron desde finales de junio y hace ya mes y medio que hubo la elección, barrió incluso Morena e inusitadamente el gobernador electo de ese partido Cuitláhuac García anda de arriba para abajo y de aquí para allá por todo el Estado, trabaja, pues, pero en Xalapa no se siente a Hipólito Rodríguez recorriendo la ciudad para constatar personalmente los problemas, ni escuchando a los vecinos, vamos, ni siquiera dando palabras de aliento a quienes han sufrido inundaciones, me niego a creer que para no enlodarse los zapatos porque no tiene para comprarse otro par.
He platicado con varios actores políticos incluso de Morena y no hay uno solo que no me diga que el alcalde es un buen hombre pero que tiene un muy mal equipo, aunque su error es negarse a reconocerlo. Otros me dicen que es un buen académico e incluso un buen urbanista, pero que una cosa es la teoría y otra la práctica.
Lo que sea, Xalapa está tal vez como nunca en el abandono de sus autoridades, los problemas son palpables, visibles, verificables, y hasta ahora no se sabe de un plan emergente para resolverlos, siquiera para atenuarlos.
Sería grave que el presidente municipal estuviera esperando a que Cuitláhuac García asumiera el Gobierno del Estado para que le resolviera los problemas de la capital. Para eso se le eligió a él y cumple ya ocho meses en funciones. Hasta ahora decepciona.
Quién sabe si el alcalde está consciente, y con él los que forman su equipo, que como autoridad constituida legalmente y en especial de la capital de uno de los estados más importante del país, que tiene la atención puesta en él porque se le ve como una avanzada de lo que pueden ser los gobiernos estatal y federal, a partir del 1 de diciembre próximo de Morena.
Hipólito Rodríguez, como ahora Cuitláhuac y López Obrador, llegó al poder municipal con el aval de la mayoría de los xalapeños y con la esperanza de que sería mejor alcalde que sus antecesores, pero pronto empieza a desencantar. No se ven los resultados, los xalapeños perciben en cambio que los baches y los hoyancos se agrandan, que hay calles y zonas más oscuras, que es deficiente la recolección de basura, que las banquetas se empiezan a agrietar porque está creciendo la hierba encima de ellas y no hay quien lo evite, etcétera.
Hipólito Rodríguez empieza también a dar pie para que los enemigos de su partido digan que es el ejemplo de que las autoridades de Morena no cumplen, que no tienen experiencia, que no son eficientes, que defraudan en el cargo, que para eso querían llegar al poder, que no saben gobernar.
Señor presidente municipal, ¿qué le hace falta para poder darnos resultados?