“Que el diálogo de las armas deje lugar a las armas del diálogo.” – Juan Pablo II.
Tras el tsunami electoral que dejó en todo el país la apabullante victoria del presidente Electo, Andrés Manuel López Obrador, llegó el momento de comenzar a reconstruir el tejido social.
Desde la misma semana anterior, el tabasqueño dio muestra de dicha estrategia, al enviar mensajes de concordia y unidad en diversos sectores.
Especialmente el empresarial; ese que es el responsable en cualquier parte del mundo de generar las condiciones de empleo y bienestar que la inversión privada ofrece.
En Veracruz la operación cicatriz ha comenzado.
Y debe de continuar pues es necesaria y por demás importante para que a la entidad le vaya bien.
Quienes hemos sido serios críticos del proyecto de Morena debemos admitir que en nada beneficia a la entidad el liarnos en dimes y diretes respecto a si a las autoridades salientes y entrantes le deba ir bien o mal.
Por el contrario, debemos abonar a la construcción de un nivel de confianza y certeza que permita ambas administraciones un proceso tranquilo y equilibrado de entrega-recepción que infrinja entre los ciudadanos la confianza en sus instituciones.
A nadie le conviene el intentar destruir lo construido, para después sobre las ruinas edificar nuevamente, eso implicaría una pérdida de recursos y de tiempo, que a la entidad en nada le beneficia, más cuando en el ámbito internacional, la encrucijada que significa la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) perjudicaría seriamente a Veracruz.
Por eso lo esbozado este lunes 9 de julio es signo de civilidad política y una altísima responsabilidad para con la ciudadanía.
El mensaje del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, reconociendo el triunfo que por la vía del voto alcanzo Cuitláhuac García Jiménez habla bien de la actual administración, y soporta una congruencia entre el decir y el hacer, que es poco común entre los políticos.
El reconocimiento a los vencidos, en su altísima aportación a la paz y el orden social de parte del Ejecutivo, pudiera ser tachada de innecesaria para algunos –quienes no le confieren atribuciones electorales- y quizá pudieran ser ciertas las percepciones desde al purismo político, pero se convierten en sumamente necesarias, en un estado en donde los ánimos se han mantenido calmados precisamente por dicha acción.
Ahora bien, de alta valía resulta la respuesta esbozada por el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez quien ofrece también la mano franca para sentarse a dialogar con el gobernador Yunes en el afán de construir un proceso de transición sereno y tranquilo.
De esperarse, por ejemplo, el hecho de que el ahora gobernador electo sostuviera este día encuentros con el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero e integrantes de su comuna –los identificados con Morena- en el afán de tender un puente entre la administración municipal y la que será su administración.
Interesante el hecho de que este lunes, Cuitláhuac García retornará a su Facultad la de Ingeniería Mecánica Eléctrica, en plena zona universitaria, acudiendo a donde impartió clases, saludando a sus excompañeros catedráticos y alumnado.
Mantener los pies en el suelo hacen a los políticos seres humanos comprometidos con su entorno y sociedad, esperemos que en Veracruz no se den más políticos en alejados de la realidad, no más burbujas en su entorno, eso causo mucho daño a la sociedad y como muestra basta recordar los excesos y el latrocinio provocado por Javier Duarte.
Algo que jamás como sociedad debemos olvidar.
Al tiempo.
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