El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares dijo estar ayer “muy contento” y “muy orgulloso” de ser el gobernador de Veracruz.
Puntualizó: “en el momento legal oportuno las autoridades (electorales) dirán quiénes ganaron los distintos cargos de elección popular y lo reconoceremos”.
Ofreció también que en el momento oportuno legal iniciará el proceso de transición.
Todo ello lo dijo en un mensaje a través de las redes sociales casi veinte horas después de que terminó la votación del domingo.
Lo escuché con atención. Lo noté tranquilo, sereno. Me dio la impresión de que asimiló rápidamente el resultado que no favoreció a su hijo.
Su mensaje me pareció tranquilizador. Fue oportuno. Volvió a ser el político profesional y respetuoso de la pluralidad política, por lo menos en su mensaje.
Destacó hechos innegables como el clima de plena libertad política y paz social en que se dio la votación; que no hubo un solo incidente.
Dijo que más del 65% de los veracruzanos votaron –reiteró– en un clima de plena libertad, de paz social y de seguridad.
“Le hemos dado al país un ejemplo de civilidad, de cultura cívica y democrática”.
Felicitó a los candidatos hombres y mujeres que hicieron un esfuerzo por obtener el voto de los ciudadanos.
Expresó que lo que procede ahora es continuar trabajando “con todas las ganas y con toda la pasión con que lo he hecho”.
Anunció que va a cerrar su gobierno con una etapa muy productiva para Veracruz, con “obras y acciones… que cambiarán totalmente la cara de Veracruz”.
¿Necesitaba decir más? No creo.
¿Necesitaba mencionar por su nombre a Cuitláhuac García y decir que le alzará la mano? Con que haya ofrecido que lo reconocerá cuando el OPLE lo declare formalmente triunfador fue suficiente.
Con que haya anunciado que iniciará la transición de poderes en el momento oportuno, también.
Buena señal suya la de ayer y aunque ya no tiene tiempo para hacer mucho se le desea que cumpla lo que más pueda, para cambiar la cara de Veracruz.
Y Cuitláhuac expresa respeto por el Gobernador
Como buena señal fue también el mensaje de Cuitláhuac tan pronto como el OPLE oficializó el resultado del conteo rápido que le daba el triunfo.
Expresó su respeto por el gobernador Yunes así como por su hijo el candidato del PAN Miguel Ángel Yunes Márquez, aunque no dejó de lamentar que éste no hubiera reconocido su victoria.
En una conferencia de prensa ya sobre la media noche del domingo-lunes, dijo que gobernará sin rencores y sin actitudes de venganza; que buscará la reconciliación entre los veracruzanos sin importar su ideología.
“Mi compromiso es con Veracruz y junto con Andrés Manuel López Obrador vamos a atender todos los problemas desde el fondo, porque vamos a contar con el apoyo del Congreso federal, donde tendremos mayoría”.
Algo que hay que anotar para demandarle que cumpla fue su dicho de que será respetuoso de los órganos independientes y de los otros poderes, como el legislativo y el judicial.
Hizo un reconocimiento a los representantes de los medios de comunicación que cubrieron su campaña con profesionalismo así como a algunos columnistas, reporteros y fotógrafos de diversos medios, además de directores, para los que manifestó su respeto.
“De mi parte no va a haber recriminación para ningún medio; mi derecho de réplica me lo voy a guardar porque estoy dispuesto a la crítica. A los periodistas que ya no están con nosotros no los olvido; haremos lo que sea necesario para atender esos casos”. Ofreció que se va a recuperar la libertad de expresión porque siempre será respetuoso de la crítica para su gobierno.
Va por el Fiscal
¡Ah! Aprovechó para adelantar que solicitará al Congreso local que revise la actuación del fiscal Jorge Winckler y que de ser necesario se le someta a juicio político.
Con su caso se repite la historia de su antecesor Luis Ángel Bravo Contreras, hoy recluido en Pacho Viejo. Trascendió que lo empezarán a vigilar para que no trate de escapar.
Primer efecto práctico del triunfo
Ayer, a temprana hora, seis de la mañana, en Xalapa se tuvo el primer efecto de la victoria tanto de Andrés Manuel López Obrador como de Cuitláhuac García Jiménez.
Cuando todavía no clareaba el día y la oscuridad cubría la capital del Estado, el alcalde Pedro Hipólito Rodríguez Herrero estuvo a embarcar y despedir a los primeros cuarenta cadetes que formarán la Policía Municipal de Proximidad que se fueron a formar en la Academia de Policía de la Iniciativa Mérida en Puebla.
Acompañado por el Director de Seguridad Ciudadana, Julio César Sánchez Amaya, el presidente municipal deseó éxito a 18 jovencitas y 22 varones de la primera generación de cuatrocientos en total que viajaron en autobús especial, que arrancó de la avenida Enríquez frente al Palacio Municipal.
Los futuros nuevos uniformados que cuidarán de los xalapeños el que menos nivel académico tiene estudió bachillerato y hay licenciados y elementos con maestría. Todos ellos son vecinos de la capital Xalapa.
El hecho pareciera no tener mayor relevancia si no es porque marca el antes, hasta el 30 de junio, y el ahora, a partir del domingo 01 de julio, cuando el panismo tenía el control total de los Poderes Ejecutivo y Legislativo e imponía sus decisiones pero ahora tiene los días contados y el poder de esos Poderes pasará a Morena.
En la plenitud del pinche poder estatal en manos del yunismo azul, el Ayuntamiento xalapeño trató de que los cadetes se formaran en el Centro de Estudios e Investigación en Seguridad (CEIS), mejor conocido como Academia de Policía de El Lencero, en el municipio de Emiliano Zapata, pero no obstante acuerdos, a la mera hora les cerraban el paso. Trataban de complicarle su trabajo al alcalde Rodríguez Herrero.
Los intentos se hicieron e incluso ante empresarios xalapeños se adquiría el compromiso de que los muchachos serían admitidos y atendidos, pero siempre resultaba lo mismo: nada.
Entonces se optó por Puebla, pero surgieron nuevas trabas. Se dijo que eso no era posible si no lo autorizaba el Congreso local no obstante que el Cabildo ya lo había aprobado y, según el presidente municipal, no hay nada que obligue a ello sino que es una práctica que se hizo costumbre, no obstante el Ayuntamiento decidió que cumpliría el procedimiento.
En el conflicto intervino incluso el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares quien criticó la medida, pero nunca aludió al bloqueo que se les hacía.
El 30 de mayo el alcalde envió la petición formal de autorización a los diputados, pero hasta ayer no había obtenido respuesta y decidió no esperar más. Era obvio que antes en la Academia de Policía y ahora en la Legislatura los bloqueaban, máxime que el presidente de la Junta de Coordinación Política es Sergio Hernández, que se quería reelegir como candidato del PAN (perdió el domingo ante Miriam Ferráez Centeno aunque entrará como plurinominal).
Sin tener la certeza de lo que pasaría el domingo, el jueves pasado el alcalde anunció que aun sin el permiso del Congreso enviaría a los muchachos a Puebla, y ayer lo hizo ya con la seguridad de que las cosas han cambiado.
En la despedida mañanera lo acompañaron también la síndica Ivón Cisneros Luján y la regidora María Consuelo Niembro Domínguez. En todos ya no había rostro de preocupación y la sonrisa la traían a flor de labio.
Porqué no hay posconflicto electoral
¿No se le hace raro, lector, que ayer lunes el Estado amaneció muy tranquilo y no hubo señales de que se vaya a producir un conflicto poselectoral?
Le narro la versión como me llegó.
El domingo cuando se cerraron las casillas y se tuvieron los resultados de acuerdo a las actas de los partidos, hubo el intento del Palacio de que el OPLE retrasara el informe preliminar del resultado a efecto de que hubiera tiempo de maniobrar, y se pedía que se sostuviera la versión de que los porcentajes estaban muy cerrados, que prácticamente había un empate técnico.
Ante la demora y los titubeos, alguien de Morena reportó a la capital del país lo que estaba pasando.
Entonces vino una llamada telefónica de la Ciudad de México. Era de la Secretaría de Gobernación. Se ordenaba al consejero presidente Alejandro Bonilla Bonilla que respetara escrupulosamente el resultado y que sin demora lo diera a conocer; que él sabía si obedecía al Palacio de Gobierno o al Palacio Nacional. El hombre procedió entonces. Se produjo una gran molestia entre los azules perdedores.