La guerra sucia de los sucios

La competencia por desgastar al primer lugar en las encuestas parece convertirse en un fin en sí mismo y no en un medio para alcanzar la Presidencia de la República.

Las mentiras han sido una herramienta de campaña para los candidatos al puesto político más importante del país. Primero fue en Celaya, luego en Tijuana, después en Quintana Roo, y no deja de decirlo a los cuatro vientos. Según el ex gobernador de Guerrero el entenado del PRI a la Presidencia de la República va en segundo lugar en las preferencias del voto.

Noticia que nadie repitió hasta que la desesperación de Meade consideró que era necesario hacerle caso a su líder.

Según René Juárez Cisneros en sus encuestas, Meade ya está en segundo lugar en la contienda rumbo a la elección del 1 de julio, pero además no se limita a decirlo, sino que da las razones de ese sorpresivo salto y argumenta que eso se debe a su experiencia, su trayectoria y la confianza de los ciudadanos.

Posteriormente el PRI trató de convencer a los electores sobre una encuesta realizada por un columnista como David Páramo, que no goza de credibilidad ni entre simpatizantes ni entre enemigos del PRI.

En el resto de las encuestas, a excepción de la que elabora Juárez Cisneros, Meade sigue en tercer lugar, no baja, pero tampoco sube. Engañar a estas alturas, resistirse a lo obvio, crea más desconfianza hacia un partido que está en ese lugar por su falta de credibilidad. Flaco favor le hace al tricolor el líder nacional de ese partido, a menos que también le apueste a su definitiva desaparición.

Las diferencias entre el PRI como militancia, la cúpula de ese partido y el equipo de campaña del entenado candidato son profundas y ahora en lugar de que el PRI tuviera la separación habitual que padece desde hace varios meses entre la cúpula y la militancia, ahora la cúpula está divorciada del equipo de campaña y además, carece de bases partidistas.

Lo mismo sucede en el caso de Veracruz, donde buena parte del dinero de los contribuyentes es utilizada para financiar la campaña del hijo del gobernador. Es decir, el gobernador toma dinero del erario para apoyar a su hijo. Lo cual no lo hace en nada diferente a su antecesor, quien en lugar de apoyar la campaña de su hijo, la utilizó para apoyar la campaña de un cuate.

En este sentido, es con el dinero de los veracruzanos con el que se pagan encuestas que aseguran que Miguel Ángel Yunes Márquez está en primer lugar en la intención del voto. Así, el gobierno veracruzano pone a su servicio a una serie de empresas encuestadoras que deben dar como puntero al hijo del gobernador, cuando en realidad ni siquiera hay empate técnico, sino una diferencia de 11 puntos en favor de Cuitláhuac García Jiménez, candidato de Morena.

Como Morena lleva una campaña austera, apegada al presupuesto otorgado, no ha podido mandar a hacer encuestas que definan la realidad de la intención del voto en Veracruz.

Morena acusó a Miguel Ángel Yunes Márquez, candidato de la coalición ‘Por Veracruz al Frente’, de rebasar el tope de gastos de campaña, por un monto de 48.2 millones de pesos.

El representante del partido ante el INE, Horacio Duarte, presentó la denuncia en la que aseveró que la coalición conformada por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano no ha informado el 100 por ciento de sus gastos.

Germán Martínez Cázares, integrante del Consejo Electoral de Morena, explicó que los topes de gastos de campaña en Veracruz ascienden a 122 millones 468 mil 564 pesos, mientras que Yunes Márquez ha erogado 170 millones 495 mil 588 pesos en 40 días.

En ese sentido, acusó que el actual gobernador de la entidad, Miguel Ángel Yunes Linares, impulsa la campaña de su hijo y para ello usa el aparato gubernamental.

Santiago Nieto Castillo, extitular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, señaló que la ley establece de manera clara los límites y uso de recursos públicos en campaña, por lo que alertó sobre una probable hipótesis delictiva en el caso del estado de Veracruz.

El compromiso de Morena con los veracruzanos tiene un nivel adicional, es el caso del candidato de ese movimiento para del Distrito V, con cabecera en Poza Rica, el arquitecto Fernando Elías, para ocupar una curul en el Congreso estatal, quien a pesar de ser nominado con candidato plurinominal realiza, por cuenta propia, su campaña.

Su experiencia como Coordinador estatal de jóvenes del Partido del Trabajo en el estado, lo identifica con las causas populares y en esta campaña escucha las necesidades e intereses de la población que representará en el Congreso local de la entidad.

En cuanto al PAN podemos apreciar las relaciones peligrosas del candidato a la Presidencia de la República, Ricardo Anaya, quien ha mostrado no estar muy limpio de culpa luego de que en su momento fue acusado de lavar dinero en la compra de una nave industrial en su natal Querétaro, precisamente en el momento en que ocupaba un cargo en la oficina del gobernador de la entidad.

Este negocio fue coordinado por el vendedor Manuel Barreiro, que actualmente investigado por lavado de dinero y quien dice el candidato panista no conocer, aunque haya videos y fotografías que evidencian algo más que una amistad.

Su relación con Manuel Barreiro no es la única relación que puede acusar complicidad en Ricardo Anaya, también está la relación estrecha con Mauricio Toledo, conocido como El Tomate, quien ha apostado algo más que entusiasmo a la campaña del panista y con quien estuvo viendo el partido de futbol entre México y Alemania, donde seguramente hablaron de muchos temas más, además de futbol.

Toledo tiene una serie de señalamientos por corrupción desde antes de que llegara a ser delegado en Coyoacán, territorio del que se ha adueñado y ha colocado a sus incondicionales.

Hace tres años colocó al actual delegado del PRD, Valentín Maldonado, quien sigue las órdenes de Toledo, y tiene gente en las oficinas de la delegación sin contrato pero con sueldo, este personal está siempre al pendiente de los permisos de construcción por los cuales exigen cantidades millonarias.

Entre otras de las actividades ilícitas del amigo del candidato Ricardo Anaya, está la de tener un grupo de choque, comprar votos, alterar los mercados de la demarcación, negociar construcciones prohibidas, lavado de dinero, entre otras.

Así, Anaya parece no ser muy selectivo con sus amistades siempre ligadas a actividades delictivas. PEGA Y CORRE.- El peligro advertido sobre la fragilidad de la vigilancia en las casillas de Puebla y Veracruz, motivó que captaron el interés de las Misiones Internacionales de Observación Electoral, según confirmó Manuel Carrillo, coordinador de Asuntos Internacionales del Instituto Nacional Electoral, quien señaló: “Hay interés de ver las campañas en Puebla y en Veracruz por las particularidades y condiciones políticas en las que se están llevando a cabo estas elecciones en esos Estados”… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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