Era obligado ver y escuchar anoche el último debate. El titular del diario El País resume todo: “López Obrador resiste los ataques de Anaya en el tercer y último debate”. AMLO salió ileso. Meade y el panista ya no tuvieron pólvora para dañarlo. Jorge Alcócer y María Elena Álvarez, los titulares de Salud y del Conacyt, la novedad del tabasqueño. Anaya a Meade: “Tú, José Antonio, y tu jefe Peña Nieto enfrentarán a la justicia cuando sea presidente de México”, la advertencia y amenaza del panista.
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A 15 días de que terminen las campañas y a 19 de la votación, los resultados de la encuesta dada a conocer ayer por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) debió haber caído como balde de agua fría en el Palacio de Gobierno: Cuitláhuac García Jiménez, de Morena, aventaja a Miguel Ángel Yunes Márquez, del PAN: 35.9-34.1%, respectivamente.
Los partidarios del joven candidato dirán que la ventaja es mínima, de sólo 1.8% (equivalen a aproximadamente 40 mil votos, según operadores políticos expertos), y que por lo tanto existe un empate técnico. Es cierto. Pero dado los cientos, miles de millones de pesos que se han gastado en promover su candidatura frente a la mínima inversión del otro, es como para preocuparse porque a estas alturas ya debió haber tenido asegurado el triunfo.
Hace algunas semanas, en el transcurso de una comida escuché a un experto operador financiero político hacer un cálculo de cuánto habrá costado la campaña del candidato panista de acuerdo a todo lo que se ha visto y se sabe: dijo que mínimo 3 mil millones de pesos, palabras mayores, una verdadera grosería frente a tantas carencias y pobreza de la población veracruzana.
Pero como acostumbraba decir el legendario Yogi Berra, aquel legendario e inolvidable catcher de los Yanquis de Nueva York: esto no se acaba hasta que se acaba. Por lo pronto, lo más que se puede asegurar es que la gubernatura no está decidida e incluso Pepe Yunes trabaja denonadamente para alzarse con el triunfo.
Dejémoslo en un empate técnico y acudamos a otra leyenda de las Grandes Ligas, el también inolvidable Buck Canel: no se vayan, que esto se pone bueno.
Pero no pueden dejar de hacerse algunas consideraciones. La Coparmex se define como un “sindicato patronal independiente, apartidista” que reúne a empresarios “de todos tamaños y sectores”. Está integrada por 14 Federaciones y 65 centros empresariales, representa a más de 36,000 empresarios de todo el país, es responsable del 30% del Producto Interno Bruto y genera 4.8 millones de empleos. Agrupa, pues, a los señores de la cartera gorda, del billete verde, y que hasta ayer fueron los más férreos, activos y severos críticos de Andrés Manuel López Obrador y de Morena.
Hasta antes del debate, su encuesta, que encargaron a las empresas Berumen e Ipsos (ambas supervisaron el levantamiento de cada una) fue la nota de ayer porque por fin aceptaron que AMLO tiene el 41.7% de la preferencia electoral frente a sólo el 21% de quien era o es su candidato, Ricardo Anaya. A Meade el resultado lo relega a solo 13.6%. Lo que destaca es que es la más grande que se ha hecho pues se obtuvieron más de 13 mil entrevistas completas y comprendió 5 etapas, del 24 de mayo al 11 de junio, o sea hasta el lunes. La calificaron “sin precedentes”.
Durante una conferencia de prensa, Gustavo de Hoyos Walther, Presidente Nacional de Coparmex, señaló que la encuesta “es para todos los ciudadanos, especialmente para los que están en busca de información, los que se mantienen indecisos, para los que quieren que su voto cuente en favor de sus convicciones e ideales y para aquellos que quieren a México por encima de partidos”.
Según la encuesta, se estima que Morena ganará 60 senadurías, el PAN 40 y el PRI 22; Morena, 191 diputados federales, el PAN 125 y el PRI 94. Por circunscripciones, se confirma lo que he venido informando en este espacio: en la tercera, a la que pertenece Veracruz, AMLO alcanza un porcentaje de 49.8% contra sólo 17.2 de Anaya.
Los empresarios dijeron que ningún partido tendrá mayoría en el Congreso, “por lo que quien gane la Presidencia tendrá que sentarse a dialogar con las fuerzas opositoras para alcanzar los acuerdos necesarios”. No aclararon es que si bien Morena no tendrá mayoría calificada (las tres cuartas partes), sí tendrá mayoría simple (la mitad más uno).
De todos modos expresaron: “Por otra parte, los equilibrios entre Ejecutivo y Legislativo luego de estas elecciones es un buen escenario para el país, en tanto que asegura que no habrá la tentación de gobernar bajo decisiones erráticas de profundidad”.
¿Por qué ayer a horas del último debate? Se entendería que para dejarse llevar por la corriente, que ya se brincaron al barco que va adelante porque el suyo se quedó varado semihundido.
Casi resuelta la candidatura presidencial (no se puede decir la última palabra hasta las 22, 23 horas del domingo 01 de julio), lo interesante ahora es la disputa por la gubernatura.
Por cuanto hace al yunismo azul, más que al PAN, se tendrán que esconder hasta debajo de las piedras todos aquellos que tuvieron algún cargo durante el duartismo pues seguramente van a tratar de meter a todos cuantos puedan al bote para ver si así logran más votos, porque ya casi agotaron todos los recursos de que podían echar mano y sólo queda la compra de votos el día de la elección.
En cuanto a Morena, su posibilidad dependerá mucho del efecto López Obrador, que ya se ve en la encuesta de la Coparmex que es muy fuerte, con el ingrediente de que viendo que ya sus jefes se abrieron, los empresarios locales tampoco se querrán quedar en tierra y pueden decidir saltar al barco que va a llegar a puerto seguro.
Ante el serio riesgo, sigo sosteniendo que lo mejor para los Yunes azules sería apoyar a Pepe, quien no los perseguiría.
Que fueron tres los familiares secuestrados
Como reacción inmediata a la columna de ayer (“El señor Arzobispo no está en el ánimo”), de un respetado académico de esa familia recibí el siguiente comentario:
“… son muy acertados tus comentarios en relación a Monseñor Hipólito. Y los hechos de los secuestros han sido y siguen siendo en Ciudad Mendoza, lugar de origen de Monseñor y donde el alcalde es su hermano Melitón Reyes Larios, y no fue uno sino fueron tres los familiares secuestrados de Monseñor en las últimas semanas (una prima y otro sobrino). La ciudadanía está aterrorizada pues sólo en esa ciudad han ocurrido más de 15 secuestros en el mes de mayo. (La señora Wallace está en lo correcto y aun así se queda corta) y no se ve acción alguna por parte del Gobierno estatal. Es del dominio común en esa ciudad y la región que la banda que delinque es la del Bukanan pues él fue policía de allí mismo y de Acultzingo y regresó a refugiarse y a delinquir, después de ser cercado y terminar su actividad de huachicoleo en Puebla, y dedicarse ahora al asalto de trenes, secuestro y cobro de derecho de piso. No hay trabajo de inteligencia o hay contubernio. La situación, me comentan, es verdaderamente insostenible en Ciudad Mendoza”.