Con agradecimiento a Roberto Macías y a Mario Sumano, Mtro. en Ciencias
En agosto de 2013, en el marco del Tercer Concurso de Fachadas Floridas de Xalapa que un grupo de ciudadanos realizamos durante seis años, mi compañero Roberto Macías del Club de Leones Coatepec, me dio a conocer el programa interinstitucional que realizaba el Maestro Mario Sumano, del Centro Regional de Oaxaca, Universidad de Chapingo para la promoción del cultivo de la Tigridia Pavonia, del grupo de plantas Iridaceae.
El Mtro. Sámano nos envió 30 sobres con semillas y 30 documentos engargolados de unas 30 páginas donde se nos presenta a la planta, sus características, historia, forma de cultivo y también acerca del proyecto para su difusión. Pusimos manos a la obra, repartimos el material entre los interesados y le dimos seguimiento en aquel tiempo. Ahora, pretendemos reiniciar esa labor y ya no será exclusivo para los concursantes, sino para quienes estén interesados. Al final de mi artículo semanal, siempre anoto mi correo electrónico, de modo que usted podrá escribirme si le interesa participar en esta labor de rescate, difusión y propagación de una planta prehispánica.
He aquí algunos datos: De las iridaceae deriva la subfamilia Iridoideae y su tribu Tigridieae (que significa parecido al tigre, en alusión a las manchas en sus pétalos) es característica de América cuyo centro de diversidad es México y parte de Sudamérica. La especie más conocida es la pavonia. Cabe señalar que en la Historia Antigua de México de Francisco Javier Clavijero, editada en 1853, se le nombra como Oceloxóchitl (de ocelotl: leopardo y xóchitl: flor).
Esta información que le comparto, lo suscriben la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), el Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la alimentación y la agricultura (SINAREFI); la Universidad Autónoma del Estado de México y el SNICS (Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas) a través de un documento, cuya idea original es del Dr. Luis Miguel Vázquez García: “Situación actual de las tigridias en México y estrategias de acción” y la elaboró la ingeniera Guadalupe Munguía Lino, en el año 2010.
La flor de tigre, ya se asoma en los primeros documentos posteriores a la conquista de Tenochtitlan, escritos por Fray Bernardino de Sahagún, en el siglo XVI y así lo consigna también su legado titulado: Historia Natural de Nueva España que dejara Francisco Hernández durante su breve estancia en América entre los años 1571 y 1576. Allí menciona ya a la oceloxóchitl, a la que le atribuye usos medicinal y comestible y, desde luego, como planta ornamental. En distintas épocas se ha mencionado a la Tigridia pavonia no sólo por su belleza sino por su valor histórico, como el de los Guerreros Ocelotes que la consideraban un símbolo sagrado.
La tigridia pavonia alcanza una altura hasta de un metro y medio. Sus tallos son cilíndricos, surgen de una yema o bulbo, del cual surgen las raíces poco profundas. Sus hojas son sencillas con nervaduras paralelas, delgadas, sin divisiones ni espinas.
Las flores están dispuestas en inflorescencias en forma de abanico (ripidios) de dos o muchas flores, cubiertas por dos brácteas envolventes, erectas o pendulares, normalmente grandes y vistosas, dependiendo de la especie. Su belleza es de un día, y un variegado -diferentes colores por zona- que las hacen muy atractivas y ornamentales…Así nos lo describen los autores mencionados. Continuaremos…
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