Ni duda cabe que en términos de opinión pública, el “show” de la orden de aprehensión contra Karime Macías Tubilla y la exhibición de su ubicación física en Londres junto con su familia, cumplió con el objetivo para el cual fue montado.
La condena a la vida de lujo de la ex presidenta del DIF estatal de Veracruz en la capital del Reino Unido fue generalizada. Incluso, el “timing” evidentemente electoral del anuncio, así como todos los excesos en que incurrió el Gobierno de Veracruz al enviar a una “persona de todas las confianzas” de Miguel Ángel Yunes Linares para tenderle una trampa a Karime Macías –en la que sorpresivamente cayó redondita-, fueros disculpados hasta por los críticos del régimen gobernante en la entidad. “¡Que la metan a la cárcel!” fue el clamor.
En esto último no le falta razón a nadie. Los abusos en que incurrieron Karime Macías, su esposo Javier Duarte y todos sus cómplices que durante ese sexenio merecen un castigo ejemplar. Castigo que, valga decir, sólo están recibiendo unos cuántos, porque otros varios negociaron su impunidad a cambio de servir a los intereses del nuevo gobierno, que canjeó la verdadera justicia por la ganancia electoral.
Sin embargo, hay varios elementos para pensar que el caso de la persecución a Karime Macías sería un simple montaje para, como ha sido recurrente durante el bienio yunista, decir que hace justicia mientras la ley se aplica selectiva y convenencieramente.
Por principio de cuentas, resulta por lo menos de llamar la atención que se haya hecho el estridente anuncio de la orden de aprehensión contra Karime Macías girada por la Fiscalía General del Estado, en lugar de actuar con la secrecía –que además exige la ley- con que operó la detención de varios ex funcionarios duartistas que actualmente se encuentran presos, precisamente porque ni siquiera la vieron venir.
Resulta todavía más extraño que saliera el propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares a exhibir un video en el que aparece Karime Macías en Londres, haciendo público el dato exacto de su domicilio, pues además de excederse en sus funciones asumiendo tareas que le corresponden a la Fiscalía y a la Procuraduría General de la República, violó la presunción de inocencia a la que tiene derecho la inculpada, pues le dio trato de delincuente sin que medie sentencia alguna al respecto.
Ello, violenta también el debido proceso y abre la puerta para que en caso de que Macías Tubilla fuera detenida y presentada ante un juez, éste la deje en libertad por ese motivo, como establece el nuevo sistema de justicia penal ante este tipo de infracciones, muy propias de la aplicación de la justicia “a la antigüita”, con macanazo y chorro de agua mineral de por medio.
Da qué pensar la propia actitud de Karime Macías. En el video presentado por el gobernador Yunes Linares luce despreocupada e increíblemente confiada, como para tratarse de una persona sobre la que pesan acusaciones tan graves como las que enfrenta y que, por lo mismo, más bien tendría que estar escondida, en lugar de andar paseando por Belgrave haciendo vida social.
Pero lo que resulta inexplicable es que, a pesar de que se anunció en los medios de comunicación que ya había sido emitida la alerta migratoria y la ficha roja para proceder a la detención de Karime Macías Tubilla, no hay evidencia de eso.
En la página oficial de la Interpol, al hacer una búsqueda de su nombre, con su nacionalidad, sus características físicas y el país que requiere su presentación, el resultado es cero. Al menos en línea, no hay información disponible. Y de hecho, al realizar la misma búsqueda con el nombre del ex fiscal Luis Ángel Bravo Contreras –que según lo que se difundió en los medios es buscado por la Interpol en más de 190 países- el resultado es el mismo: cero.
¿Todavía hay dudas de que todo esto es un circo electoral?
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