¡Uf, uf y recontrauf!, como decía el Perro Bermúdez. Viernes social, viernes de cena-baile por el Día del Maestro que ofrece el FESAPAUV Xalapa a los sufridos académicos de la UV (¡allánovemooos!, como decía el inolvidable Joe de Lara), pero viernes también de debate. ¡Chin!
Por fortuna, ante tanta perorata que me tendré que soplar escuchando a los salvadores de Veracruz, anticipadamente ayer me fortaleció el ánimo ¡que ya crearon el tequila que previene el envejecimiento!, aunque yo ya estoy pasadito pero todavía puedo lograr algún beneficio.
Discúlpame lector, para nada estoy fomentado la bebida de alcohol, pero a veces son necesarios unos alipuses para aguantar a tantos malos gobernantes, a tantos politiquillos de quinta, a tantos diputados-tapete que se arrastran ante el Ejecutivo para mantener privilegios y que apuñalan al pueblo por la espalda si así se los ordenan; tanto abuso del poder.
Me gustan los tequilas reposados y ahora también, para ocasiones especiales, los blancos. No me hacen bien los añejos.
¡Ja! Hace no mucho visité el Museo del Tequila en la Ciudad de México, en Garibaldi, y un joven maestro me puso al día. Por ejemplo, me sacó del error de creer que por tener más grados un tequila es más dañido o emborracha más, o más rápido.
Luego de recorrer la exposición de cuadros ilustrativos de sitios del país donde se siembra el maguey y de conocer el agave de donde se saca el mosto, el guía me dijo que cuando en la etiqueta dice que tiene 40° o más, es que tiene más pureza el alcohol de la planta, esto es, que es de más calidad (al menos eso entendí).
El tipo me preguntó mi edad, mi peso, mi estatura, mi pulso cardiaco, si había tenido fiebre en los últimos días, mi presión arterial, si tenía algún padecimiento, de dónde era o en dónde vivía (por el clima), a qué me dedicaba, si bailaba danzón o salsa, si era soltero, casado o viudo, etc., y terminó recomendándome lo que, a su juicio, me quedaba mejor. Cuando esté con sus amigos disfrutando de una comida, me dijo, entonces disfrute de un reposado; pero si va a una fiesta, un tequila blanco, joven, lo pone más eufórico. En fin.
¡Y ahora resulta que ya hay uno antienvejecimiento! Según publicó ayer El Universal científicos de la Universidad de Colima desarrollaron un proceso para extraer los antioxidantes que se encuentran en la nuez y añadirlos al tequila para aminorar el efecto de estrés oxidativo (un proceso de oxidación celular) de esta bebida.
Como salvavidas, como amortiguador para aguantar tantas promesas que nos harán los candidatos no está mal la noticia. Dicen Peña Nieto y Yunes Linares que hay que hablar de las buenas noticias. Complacidos señores. Esta es una buena, acaso muy buena.
Sobre las mujeres en este tema, no puedo decir nada, absolutamente nada, pues en una de esas cualquier cosa que diga puede ser usada en mi contra y hasta me linchan en las redes sociales y en la plaza Lerdo y me queman en una hoguera con leña verde. Para ellas, todo mi respeto y admiración. Hecha esta aclaración, sí digo que a las amigas con las que tengo mucha confianza les voy a decir que prueben con este tequila pues en una de esas les da buenos resultados, les sale más barato que sus cremas y de paso se divierten (nada más que me inviten).
¡Pero basta!, que hay asuntos verdaderamente serios, graves, muy graves. Por más que uno se quiere evadir de la triste realidad que nos envuelve, que cubre a Veracruz, los hechos, tercos, hacen que hasta los efectos de los tequilas se nos quiten de inmediato y ni siquiera los disfrutemos.
Es el acabose, de escándalo, inaudito lo que ocurrió en el municipio de Papantla, donde a plena luz del día ladrones se robaron al menos ¡110 cabezas de ganado! del rancho propiedad del ganadero Arturo Solares Rivera, expresidente de Pueblos Mágicos de Papantla.
Una nota de José Cárdenas, corresponsal del portal alcalorpolitico.com en ese municipio, narró que el hecho lo hizo público la víctima a través de las redes sociales. El robo ocurrió en la comunidad Tres Cruces, en La Quebradora, donde los delincuentes amarraron a los encargados y se metieron a la propiedad.
Todavía utilizaron los caballos del rancho para arrear el ganado previamente seleccionado y subirlo a grandes unidades, sin ningún contratiempo. Con razón el ganadero Solares Rivera pregunta cómo es posible que ninguna autoridad se percató del paso de los vehículos con la mercancía robada, pues hay varios puestos de revisión para las unidades que transportan semovientes.
Al menos el consuelo que debe tener este hombre es que está vivo, pero finalmente no es ningún consuelo que de golpe y porrazo la delincuencia le haya arrebatado buena parte de su patrimonio que seguramente hizo con muchos años de esfuerzo y trabajo junto con su familia.
Pero este caso no es el único. El pasado 6 de abril, atónito me acabé de despertar viendo un reportaje en Despierta con Loret de Mola, filmado en el municipio de Vega de Alatorre, en el que se dio cuenta de secuestros y repetidas extorsiones que afectan a ganaderos, pero también a comerciantes, quienes muchas veces no denuncian por miedo.
Varios entrevistados narraron que les quitan su ganado, los secuestran, pagan rescate, los liberan pero luego vuelven a pedirles dinero para no hacerles daño.
Se dijo en el trabajo periodístico que ser víctima de secuestro o extorsión se ha convertido en el principal temor de los veguenses, la mayoría dedicados a la ganadería.
La Asociación Ganadera Local, que preside Manuel Morales Rodríguez, informó que el año pasado al menos 20 de sus socios fueron secuestrados, aunque la mayoría no denunció. Muchos se fueron del lugar y otros enfermaron y murieron como consecuencia.
El reportaje de Televisa dijo que uno de los casos que más impactó a los habitantes de Vega de Alatorre fue el homicidio del ganadero y empresario Narciso Lorméndez.
Recordó que el 13 de diciembre de 2016, al salir de su casa en Emilio Carranza, la congregación más grande del municipio, cuatro hombres armados intentaron llevárselo por la fuerza a él y a su hijo. Al enfrentarlos, Narciso fue asesinado.
Como consecuencia, su familia abandonó el poblado durante casi un año hasta que decidieron regresar para buscar justicia, pero Melisa Lorméndez Aguilar, también empresaria, dijo que la investigación no ha avanzado y que las pruebas incluso fueron alteradas.
“Cuando yo empiezo a preguntar: oye qué pasó con las pruebas, qué pasó con el arma, qué pasó con el celular, a la persona a la que le dimos el celular, me dijo: consideré no pertinente entregar el celular, no había muchas pruebas que sacar de ahí”.
El anterior presidente de la Ganadera, Manuel Nieda Utrera, había dicho en febrero de 2017 que el abigeato afectaba también a los ganaderos de los municipios de Misantla, Yecuatla, Juchique de Ferrer y Colipa, pero el problema se presenta también en el centro y en el sur del Estado.
Pero qué tal que domingo a domingo se nos dice que han bajado los índices de delitos, y el miércoles hasta se nos presumió que se incorporarán ¡aviones tripulados!, “de inteligencia en Búsqueda y Reconocimiento”, “con cámaras de alta tecnología, que pueden ubicar con toda precisión el lugar en el que se encuentran los delincuentes”.
“Las aeronaves pueden servir para el patrullaje en algunas zonas del Estado donde pudiera tenerse actividad delictiva intensa, y también operar en cualquier situación de emergencia.
Es un avión que tiene la tecnología más desarrollada a nivel mundial; está equipado con cámaras, sensores de calor y tiene la posibilidad de detectar señales de radio, teléfono y wifi; es realmente un gran equipo y, si es eficiente para mejorar la seguridad, lo rentaríamos”. ¡Pa su má!
¡Ah! (yo creo que ya volvió el efecto del tequila), y también se nos presumió “que ya se tienen 50 drones en la Secretaría de Seguridad Pública, que se usan cotidianamente, tanto en las tareas de vigilancia como en el combate específico a la delincuencia”.
¿Cómo la véis, lector? ¿Acaso no es como para terminar este fin de semana echándose unos tequilas entre pecho y espalda para ahogar así la impotencia y el coraje? Aunque todavía no sean de los antienvejecimiento.