Hace ya casi un año, el 14 de mayo de 2017, el diario Reforma denunciaba con un gran encabezado: “Concentra familia poder en municipio veracruzano”.
Una nota firmada por el reportero Ernesto Nuñez daba cuenta que el 10 de diciembre de 2016, cuando el alcalde de Tantoyuca Jesús Guzmán Avilés rendía su tercer informe de gobierno, lo escuchaba como “testigo de honor” el secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca del gobierno estatal, Joaquín Guzmán Avilés, su hermano, con la representación personal del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
Ahí estaba presente la entonces diputada local María del Rosario Guzmán Avilés, otra hermana, y entre los panistas asistentes al acto estaba también Amado Guzmán Avilés, un hermanito más, en ese momento precandidato a la alcaldía de Tantoyuca y hoy presidente municipal. Actualmente Jesús es el candidato a diputado federal.
“Todo queda en familia”, dijo Reforma.
En aquel entonces dijo que si Amado se quedaba con la alcaldía, los Guzmán Avilés habrían logrado una “hazaña política”: heredarse el poder entre tres hermanos durante una década: Joaquín Rosendo (2011-2013), Jesús (2013-2017) y Amado (2017-2021). La especie se confirmó.
“Solapados por el gobernador Miguel Ángel Yunes, habrán consolidado un cacicazgo familiar que, desde hace 20 años, ostenta el poder y se reparte los principales cargos de elección popular en la Perla de la Huasteca veracruzana”.
En un distrito contiguo, el de Pánuco, los panistas tampoco cantan mal las rancheras: ahí se han adueñado del poder y se lo rolan los miembros de la familia García-Escalante. Actualmente, los hermanos Ricardo y Rodrigo García Escalante son los candidatos a diputados, uno federal y otro local. Rodrigo todavía es diputado local con licencia y se quiere reelegir y Ricardo acaba de entregar la alcaldía. El padre de ambos, Ricardo García Guzmán, fue alcalde también y quiso repetir en 2017 pero el CEN del PAN lo vetó luego de su cuestionado paso por la Contraloría General del Estado en el gobierno de Javier Duarte de Ochoa.
En los Tuxtlas, la diputada local del PRD y ahora también aspirante a senadora apoyada por el PAN, Jazmín de los Ángeles Copete Zapot, ha sentado su coto de poder en los municipios de Santiago Tuxtla y Angel R. Cabada junto con sus hijos y su “aliado” Arturo Herviz Reyes.
El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, del PAN, impuso a su hijo, del mismo nombre, como candidato a sucederlo, e incidió para hacer alcalde del puerto de Veracruz a su otro hijo, Fernando, a quien estaría preparando para suceder a su hermano Miguel Ángel en 2024 si ganan la elección el próximo 1 de julio.
Esa es la democracia que practican estos panistas, quienes se han hecho del poder hablando de cambio y quienes criticaban los métodos del PRI de designación directa de sus candidatos. La práctica de la política que concibe el poder como un patrimonio familiar la avalan y la apoyan las dirigencias estatales del PAN, del PRD y de Movimiento Ciudadano.
Ayer, en un hecho sin precedente, la Iglesia católica de Veracruz, a través de sus arzobispos y de sus obispos, se pronunció abierta y públicamente en contra de esa práctica. Alertó a los veracruzanos a no “dejarse llevar… por la pretensión de perpetuar sin mérito a las mismas familias o grupos en el poder”.
Si la cúpula religiosa alzó su voz es que la situación debe estar llegando a su límite, pues si alguien está verdaderamente cerca del pueblo son los religiosos, quienes a diario escuchan en confesión a los feligreses, que no son otros que los ciudadanos del Estado.
Puntual y oportuno llegó el mensaje cívico de la jerarquía eclesiástica para exhortar a los veracruzanos a actuar responsablemente en las elecciones próximas, pero también para alertar sobre riesgos que amenazan la vida democrática del Estado.
Ahora, el espacio del mensaje dominical de la Arquidiócesis de Xalapa sirvió para difundir otro mensaje, éste de los obispos de Veracruz, a 15 días de que inicien las campañas para gobernador.
Su pronunciamiento lo fundamentaron en la coherencia con su fe pero también con sus deberes ciudadanos, dijeron en su texto.
Señalaron que, en general, “una gran mayoría de los ciudadanos” percibe que los grandes desafíos de la vida cotidiana son el desempleo, la inseguridad y la corrupción. “Los agravios a la vida humana, la delincuencia organizada y la crisis de los valores que son fundamento de la convivencia familiar y política hacen aún más urgente que todos participemos responsablemente en estas elecciones”.
Pero alertaron que: “Es un deber de conciencia para el ciudadano no dejarse llevar por las apariencias, ni por quienes buscan comprar su voto a través de presiones o a cambio de dádivas o promesas de cargos políticos, o por la pretensión de perpetuar sin mérito a las mismas familias o grupos en el poder”.
Invitan a los propios candidatos y a sus partidos a evitar el juego sucio de los ataques o descalificaciones sin fundamento, que no corresponden a una democracia seria y madura, y proponen que los candidatos se distingan por propuestas claras, plataformas objetivas y realistas, cuyos compromisos estén en posibilidad de cumplir.
Precisaron que será responsabilidad de cada ciudadano hacer su propio y libre discernimiento sobre las propuestas de las personas concretas: sobre sus convicciones y estilo de trabajo, su ideología, y los resultados que han dejado a lo largo de su trayectoria política o ciudadana en el pasado.
“Los ciudadanos buscaremos que sea el bien de todos el que ilumine y motive nuestro voto personal, libre, secreto, razonado, acompañado del mejor discernimiento de cada ciudadano, buscando cuál opción puede propiciar el mayor bien posible. Habremos de discernir cuál opción puede conducirnos a tener acceso a la paz, la seguridad, la confianza y la justicia, al respeto de los derechos humanos y a la solidaridad real con los pobres y excluidos”.
Apuntaron que ayudará a los votantes valorar la cercanía del candidato con el pueblo, así como la coherencia en cuanto a su capacidad de servicio, honestidad, transparencia y consistencia para mantener la palabra dada”.
Su preocupación la desdoblan hacia sus “hermanos sacerdotes”, recordándoles que su mejor aportación a la democracia es haciendo conciencia en los fieles de sus derechos y deberes ciudadanos y que una forma de favorecer esa conciencia será promover talleres de participación ciudadana a favor del voto totalmente libre y responsable.
Obviamente, les recuerdan que no es su papel hablar a favor o en contra de ningún candidato o partido político en particular. “Hemos de respetar la libertad de los fieles laicos en sus opciones políticas, dentro de un pluralismo de partidos”.
Expresaron que los ciudadanos tienen el derecho de preguntar y obtener de los candidatos una respuesta clara y oportuna en torno a las convicciones y valores que van a sustentar su servicio al pueblo y los medios que pretenden implementar para lograrlo.
Dijeron también que preocupaciones particularmente urgentes para los ciudadanos son el respeto y la defensa de la vida en todas sus etapas, la familia natural y el derecho de los padres en la educación de sus hijos; la necesidad de atender los derechos humanos de todos, particularmente de la mujer, de los migrantes, de los campesinos, de los indígenas y de los más desfavorecidos. “Son también muy importantes el cuidado de la ecología y del medio ambiente: agua, flora y fauna; la supervisión transparente de proyectos que tienen impacto ambiental, protegiendo las poblaciones de empresas que buscan sus intereses económicos a costa del bien de las comunidades locales”.
También los evangélicos
Por su parte, el presidente de la Red Evangélica del Estado, Guillermo Trujillo Álvarez, declaró también ayer que los ciudadanos no pueden cerrar los ojos ante todo el agravio por la corrupción de los políticos de todos los partidos. “Hoy vemos nuevas caras, quizás inexpertos, pero creo que la no experiencia de los políticos no les quita a muchos lo corrupto”.
“Yo creo que la perversión y la corrupción de un hombre están en su corazón”, dijo y pidió: “Analicemos a aquellos políticos que prometen lo que no van a cumplir… un candidato a diputado o candidatos a diputados andan prometiendo lo que no van a cumplir, los diputados son quienes votan las leyes, proponen leyes, ellos no están para hacer carreteras ni infraestructura y muchos andan proponiendo cosas que no van a cumplir”.
“No nos dejemos engañar una vez más”, alertó e hizo un llamado a los veracruzanos para que voten con inteligencia; “pidan sabiduría a Dios pero no dejemos de votar, tenemos que cumplir nuestro compromiso”.