La guerra por el control y el descuido en la selección de presos de uno de los Penales de más alta seguridad en Veracruz, provocó que grupos internos iniciaran una riña colectiva, quema de objetos y hasta la muerte de custodios. No es un secreto la falta de garantías del personal que custodia este y otros penales, pues además de sufrir de constantes amenazas por parte de células delincuenciales, no había balance en la peligrosidad y perfil de varios internos.
No ha quedado claro el por qué Josele Márquez, alias “El Chichi”, no había sido cambiado de penal y el propio Gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares no quiso entrar en detalles, asegurando ser parte de una investigación en curso. Recordemos que “El Chichi está llevando su proceso en el Penal de Amatlán de Los Reyes, señalado de ser el presunto autor intelectual del asesinato de la periodista en Orizaba, Anabel Flores Salazar, secuestrada dentro de su domicilio, el 8 de febrero del 2016, para horas más tarde, ser ejecutada. Un día después, su cuerpo fue encontrado a la altura del kilómetro 1+580 de la carretera Cuacnopalan-Oaxaca, en dirección a Tehuacán, Puebla…
En una nota de Animal Político, titulada “Detienen al presunto asesino de la reportera Anabel Flores, con la liga: https://www.animalpolitico.com/2016/05/detienen-al-presunto-asesino-de-la-reportera-anabel-flores/ en ella se aseguraba que el 13 de febrero del 2016, Josele Márquez “El Chichi”, había sido internado en el Centro Federal de Readaptación Social de Puente Grande, en Jalisco. Y cuando se observa que Márquez está en otro penal, como es el de Amatlán de Los Reyes, nos damos cuenta que alguien con poder, lo trasladó a otro Reclusorio más cercano a Veracruz.
En el mismo caso, está la situación de Manuel Escalona Barradas, “El Cachorro”, quien junto a “El Chichi”, se había anunciado ser trasladados al Penal de Pacho Viejo, cuestión que tampoco ocurrió. Los nombrados líneas arriba, se les adjudicaba el control del Penal de La Toma…
El lamentable saldo de siete policías muertos durante un operativo en el Penal de la Toma, mismo, aumentó este lunes a ocho, a consecuencia de un incendio en el interior, lo que provocó la muerte de los custodios por “asfixia por confinamiento”, al quemarse algunos colchones, mostrando no llevar cascos con mascarillas protectoras…
Por su parte, el Gobernador de Veracruz atendió a los familiares de los internos, pues hubo histeria y enojo, al no conocer la situación de sus parientes, quienes son reclusos en este Penal. Si bien, la muerte de personas es un hecho indignante, la de custodios, quienes intentaban mantener el orden dentro del Penal de La Toma, murieron por la falta de operatividad y estrategia, gracias a motines fuera de control en este reclusorio. Ni tampoco, se les dio garantías a los propios presos…
En el boletín del Gobierno del Estado se lee: “Cuatro reos de muy alta peligrosidad, internados en el Centro Penitenciario de La Toma, venían generando problemas graves de violencia en la zona conurbada de Córdoba-Orizaba y demás municipios de la región de las Altas Montañas. Ya fueron trasladados a un Penal Federal de Máxima Seguridad. Estos individuos forman parte de bandas de delincuentes organizados y están vinculados a homicidios, secuestros y otros delitos graves. Como consecuencia de su cercanía con la zona donde encabezaban bandas delictivas, su permanencia en el Penal de Amatlán facilitaba las actividades en contra de la sociedad, que llevaban a cabo”…
El saldo, además de los fallecidos, siete reos presentan lesiones, dos de ellos de gravedad y cinco, de moderadas a leves. Otro grupo de internos se encuentra en la enfermería del Centro Penitenciario, con lesiones leves y 15 policías se encuentran hospitalizados, uno de ellos con lesiones de gravedad. Este saldo, es gracias a la falta de organización, planeación, prevención y operatividad, pues debieron prever el hacinamiento dentro de este Penal y fueron rebasados en número.
Miguel Ángel Yunes recorrió el Centro Penitenciario de La Toma, pero no es suficiente. Reunirse con deudos y familiares de internos, tampoco. Rendir homenaje a los policías fallecidos, es justo y merecedor, pero alguien deberá ser despedido y además, fincar responsabilidad a funcionarios penitenciarios, así como a personal de Prevención y Readaptación Social, por la falta de operatividad y descuido vergonzoso, al dejar que este polvorín creciera y se saliera de control…
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