De visita en el puerto jarocho el sábado, Andrés Manuel López Obrador declaró que al dejar a su hijo como candidato del PAN a la gubernatura, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ha ayudado a que Morena esté 20 puntos arriba en las preferencias electorales. Sostuvo que el pueblo veracruzano no quiere que haya “nepotismo”.
“Hay mucho nerviosismo porque estamos arriba en las encuestas en Veracruz. Como 20 puntos arriba. A nivel nacional, lo mismo. Veracruz es uno de los estados donde estamos mejor y nos ayudó bastante, se lo agradecemos mucho, el gobernador de Veracruz porque quiere dejar a su hijo de gobernador”.
¿Qué tanto hay de cierto en lo que afirma?
Ya se ha dicho mucho, las encuestas son fotografías de un instante, por lo que el porcentaje que cita no creo que pueda ser más aunque sí menos, pero lo que sí es cierto es que hasta ahora ninguna medición, ni de las encuestadoras independientes ni las que han filtrado desde el Palacio de Gobierno, desde el PAN o desde el PRI coloca al tabasqueño en segundo lugar, todos lo ponen en punta.
Creo que tiene razón, o al menos en parte, cuando dice que es el propio gobernador el que está ayudando a Morena al imponer a su hijo de candidato con la intención de que lo suceda, pues es evidente que una parte de la población, si nos atenemos a las encuestas, un amplio sector de la sociedad, lo rechaza. No lo aprueban, no lo ven bien.
Como ven las cosas, algunos panistas se han atrevido a decirme que al gobernador no le va a alcanzar su política despensera, esto es, tratar de ganar votos aprovechando la necesidad de la gente y repartiendo y entregándoles despensas. Hasta ahora los resultados también les dan la razón, pues pese a la masiva entrega por toda la geografía estatal, en la precampaña Morena y sus candidatos siguieron en primer lugar.
Mi propia teoría me lleva a preguntar si era mejor estratega electoral Javier Duarte de Ochoa que Miguel Ángel Yunes Linares. Yo al menos, viendo el rumbo que han tomado las cosas, me lo empiezo a plantear.
En 2016, en su intento por no perder la gubernatura e impedir que ganara Yunes, Duarte trató de jugar manteniendo un equilibrio para que fuera una elección a tercios, esto es, que el PRI conservara su voto duro que no pasaba de 30 por ciento, que Morena creciera con su ayuda sin rebasar ese 30 por ciento para que le restara votos al PAN, y que éste no creciera. El resto era de los abstencionistas y de los indecisos.
Le falló porque se conjugaron varios factores que no tomó en cuenta: el hartazgo de la población por los actos de corrupción de su gobierno, los errores del candidato del PRI Héctor Yunes Landa incluido el pleito con el propio gobernador, y que se le pasó la mano con Morena, pues planteó mal su cálculo y lo hizo crecer más de la cuenta, y al que restó votos fue al tricolor.
Pero los que saben, saben bien que no era mala la estrategia electoral del gordo. El mismo Presidente la veía bien y viable y por eso lo apoyó hasta el final, al grado que cuando le decían que lo quitara porque ponía en riesgo el triunfo del PRI, Peña Nieto respondía que no, que él sabía cómo ganar elecciones, porque así lo había demostrado.
Hoy, el gobernador Yunes Linares, en su afán por asegurar a toda costa el triunfo de su hijo, o por nerviosismo como dice López Obrador, queriendo asegurar cuanto voto sea posible, rompió ese equilibrio, que a cuatro meses de las elecciones pesa ya mucho en contra de su causa política como lo indican los resultados de todas las encuestas que se conocen: Morena saca una considerable ventaja tanto a su hijo como a los candidatos del PAN en prácticamente todas las líneas.
Rompió el equilibrio porque se dedicó a desmantelar al PRI, copó a muchos operadores del tricolor, a alcaldes y exalcaldes, a diputados y exdiputados priistas, a empresarios que se identificaban con el partido tricolor e incluso lo apoyaban económicamente, en fin. A cuanto ha podido. El resultado es que el PRI se acabó de desfondar, no remonta, se mantiene muy lejos del primer lugar y ante la disyuntiva que se avizora de o yunismo-panismo o morenismo, los priistas han decidido migrar hacia el partido de López Obrador. Ello se refleja en los resultados de las encuestas.
Aunque un exoperador político electoral con mucha experiencia brincado al yunismo piensa que una solución para tratar de posicionar mejor al hijo del gobernador sería fortalecer desde el Palacio de Gobierno al PRI para ver si se pueden rescatar los votos que se han ido a Morena, se ve difícil, más cuando la inercia López Obrador es cada vez más fuerte y los que ya se fueron no ven futuro en el tricolor, menos en los azules, y prefieren estar con el ganador, que ya ven en el tabasqueño.
Aun cuando hubiera copado al priismo, el gobernador los hubiera dejado que siguieran trabajando en su partido para mantener el equilibrio y obligar a una elección a tercios, cuidando, claro está, que no rebasaran a su hijo, e impidiendo que Morena se fortaleciera con más votos, e incluso restándole si hubiera sido posible. Hoy lo ha fortalecido. En eso tiene razón López Obrador.
El atropello de Winckler
Pero si eso no fuera suficiente, en forma inexplicable el gobernador Yunes Linares no pone un alto a su fiscal Jorge Winckler, quien con sus atropellos, como el que intentó cometer con la investigadora de la Universidad Veracruzana Rosío Córdova, encrespa más al electorado y contribuye a aumentar la diferencia a favor del morenismo.
En lugar de que la Fiscalía se dedique a investigar y dar resultados en tantos casos de inseguridad y violencia que se han presentado en el Estado, tal parece que vivimos en un Estado represor como el de las peores dictaduras de América del Sur, vigilando a quienes considere enemigos del régimen, en este caso del yunismo, para actuar en su contra con el menor pretexto.
Porque todavía la doctora Córdova no se paraba de la mesa redonda donde presentó los resultados de una encuesta producto de un trabajo de investigación cuando en pleno acto ya policías le estaban notificando que se presentara a la Fiscalía a declarar. Poco faltó para que ahí mismo la esposaran y se la llevaran detenida. Como en las dictaduras de Pinochet, o de Videla, o de Stroessner, o de los peores sátrapas que ha padecido América Latina. Creo que es lo único que nos faltaba en Veracruz. La verdad da miedo, temor, porque todos estamos expuestos a este tipo de atropellos.
Winckler ya le dio tema a López Obrador para cuando regrese a hacer campaña en Veracruz. ¿Necesitan el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su hijo más enemigos? En Morena deben estar felices, echados en la hamaca con tanto calor que hace, aplicando aquel dicho en política de que cuando veas a tu enemigo cometiendo pendejadas no lo distraigas.
Después de hechos intimidatorios como ése, ¿alguien en su pleno juicio piensa que la comunidad universitaria, la mayoría de ella va a ir a votar por el yunismo azul?
El 15 de febrero publiqué que Morena sacaba 22 puntos de ventaja al PAN en la elección para diputado local en el distrito de Xalapa. Hoy el porcentaje debe haber aumentado. Actos como el del Fiscal van a ayudar a ello.
Pero no sólo es en Xalapa. Una encuesta de Morena le da ya cómodos 7 puntos de ventaja a los candidatos morenos a la senaduría, Rocío Nahle García y Ricardo Ahued Bardahuil, contra los del PAN Julen Rementería del Puerto y del PRD Yazmín de los Ángeles Copete Zapot.
En el PAN, o más bien dicho en el yunismo azul están haciendo mal las cosas.
¿Y dónde están los dirigentes del Fesapauv?
Ante el atropello que sufrió la doctora Rosío Córdova uno se pregunta: ¿y dónde estaban los dirigentes estatal y regional del Fesapauv, el sindicato que dizque representa y defiende a los académicos de la UV, Enrique Levet Gorozpe e Irma Zamora Cortina, quienes guardaron silencio?
Conversatorio sobre periodismo
Veracruzanas Líderes de Opinión y Acción AC (VELOA) entregarán la tarde de este lunes el reconocimiento “Trayectoria Profesional en Comunicación” a Rubén Pabello Rojas y Carlos Ferráez Matus en el marco de un conversatorio que han llamado “Repensando el Periodismo”. El acto será a partir de las cinco de la tarde en el Colegio de Veracruz, en el centro histórico de Xalapa.