“La ambición es el último refugio del fracaso.” – Oscar Wilde.
Llego el momento de las definiciones, es la hora de que los institutos políticos confirmen quienes habrán de conformar sus fórmulas para encarar el proceso electoral más importante de la historia moderna de México.
Mientras de un lado partidos políticos se disputarán las plazas, en un intento por contener o acabar con el malestar social que hoy es el imán de la propuesta de Morena, por el otro, se confirma que el remedio anodino que da la propuesta de Andrés Manuel López Obrador, es en sí misma, un atentado a sus poco más de 14 años de combatir la supuesta “mafia del poder”.
Y déjeme le explico él porque.
Ahora resulta ser, que cuando se han dado a conocer las listas plurinominales de Morena, los nombres de esos ilustres mexicanos que acompañarán al redentor de los problemas de nuestro país, resultaron una fichas tan o más desprestigiadas, de esas que tanto critico el tabasqueño.
Y es que en una reunión privada encabezada por el mesías tropical, se aprobaron los listados de candidatos al Senado por la vía plurinominal –es decir de representación proporcional-, así como, las listas para diputados federales.
La gran sorpresa de las inconsistencias discursivas del proyecto Morenista se dan cuando en los listados aparecen personajes como el mismísimo líder sindical minero Napoleón Gómez Urrutia, así como el ex líder nacional del PAN, Germán Martínez Cázares o una de las fundadoras del PRD, Ifigenia Martínez.
Del otro lado, la confirmación de que para formar parte de un proyecto lo único que se necesita es cambiar de principios a cambio de un hueso político, como es el caso concreto de la hoy senadora, Gabriela Cuevas –a quien calificó como “personera de la mafia del poder”, quien está inscrita como próxima diputada federal.
Un Ricardo Monreal, que al no ser considerado como candidato a jefe de Gobierno de la Ciudad de México, amagó con abandonar el proyecto Morenista, también se incluye en la lista al Senado por la vía pluri.
Este caso especial, por ser uno de los principales operadores de López Obrador y la liga Veracruz, pues es quien a través de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte logró que el crecimiento de Morena en la entidad fuera una realidad vía cañonazos de millones de pesos.
Pero a estas listas habrá que sumar a todos los personajes que conforman la nueva mafia santificada del poder que tanto combatió López Obrador y ahora lo acompañan.
La impresentable e innombrable Elba Esther Gordillo –lideresa magisterial-, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) la misma que provocara un completo caos en estados como Michoacán, Oaxaca, Guerrero, Chiapas, la misma que se opone abiertamente a la Reforma Educativa, porque simple y sencillamente se les acabo el “modus vivendi” al no permitirles más el control de las plazas magisteriales, con las que hicieron que el sistema educativo sea lo que es un fiasco.
A ello súmele usted, al dirigente nacional del PT, Alberto Anaya, ese que en Nuevo León hiciera junto a su mujer una fortuna, clavándose a lo descarado el recurso de las Estancias Infantiles.
Sume a ese selecto grupo de facinerosos a Don Rene Bejarano, el famosísimo “Señor de las ligas.”
Pero si no le basta con eso, sume a dos piezas que por si mismas hablan de lo inverosímil de este proyecto, por una parte el poblano Manuel Bartlet, y el otro Lino Korrodi, simplemente dos más de los innombrables aliados del priismo y el panismo a ultranza que tanto crítico y combatió el tabasqueño.
Pero, si esto no bastase, ha sumado a un ex gobernador con señalamientos claros de corrupción y nexos con el crimen organizado como Leonel Cota, pero como aquí no se discrimina a nadie, y todos aquellos que se arrepienten y piden mi intervención divina se salvan, pues agregue también a un delegado en la Ciudad de México con señalamientos severos de corrupción como Víctor Hugo Romo.
Bueno no podía faltar su fiel escudero, ese que se exilió para no ser llevado tras las rejas como Marcelo Ebrard Casaubón.
Pero si también tienes ligas con el narco y fuiste gobierno, no temas, los indultos sacramentales del todo poderoso Andrés Manuel, salvan hasta de la muerte a personajes como el mismísimo Fausto Vallejo, quien también competirá por la alcaldía de Morelia, Michoacán.
Y recuerda aquel Félix Salgado Macedonio el ex alcalde y político amante de los desfiguros en Guerrero, que siendo senador quiso literal, “romperle la madre” a Dionisio Pérez Jácome.
Y por supuesto una pléyade de personajes que por sus simples nombres y trayectorias son vergüenzas nacionales, y que hoy, bajo su venia, son todos ellos unos políticos, empresarios, militares redimidos.
Lo que nunca dice el líder de esta nueva Mafia del Poder, es como para que los ha traído bajo su amparo, a menos que no sea, volver al corporativismo, al sindicalismo destructor, o simplemente retornar al México de los años 20’s y 30’s del siglo pasado, donde el Maximato impero.
Tanto y tanto criticó a la Mafia del Poder que terminó mejor conformando la suya. Como diría el comediante Pompín Iglesias “que bonita familia, que bonita familia”.
Al tiempo.
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