“Conócete, acéptate, supérate.” – San Agustín de Hipona.
Pocos mexicanos acumulan en su haber el acervo cultural y la preparación académica e intelectual de Luis Ernesto Derbez Bautista, actual rector de la Universidad de Las Américas en Puebla.
Este reportero tuvo el privilegio de conversar con él y entrevistarlo para la 2da. Emisión del Noticiero En Contacto de Avanoticias, previo a la presentación de un libro editado por esta importante universidad privada de la autoría del coatepecano Miguel Hakim Simón, sobre Finanzas Públicas Nacionales para el desarrollo, el crecimiento afirma de un país como el nuestro.
Quien fuera secretario de Economía (2000-2002) y de Relaciones Exteriores (2003-2006) en el Gobierno de Vicente Fox Quezada habla claro sobre el devenir de nuestro México, de sus principales problemáticas, de los retos, pero sobre todo de los riesgos que enfrenta la mal concebida democracia mexicana.
Derbez Bautista, originario de la Ciudad de México, quien viera la primera luz un 1 de abril de 1947, entiende y explica las razones del porque se bajó de su intensión de ser candidato a la presidencia por el partido Acción Nacional.
Cuestionado al respecto, el ex canciller mexicano afirma “cierto, no existieron condiciones, no hubo una contienda verdaderamente al interior de mi partido el PAN, en el proceso preelectoral para la selección del hoy precandidato.”
Su experiencia en la administración pública se conjuga y amalgaman con la invaluable colaboración que desde el claustro académico y la iniciativa privada ha acumulado.
A la pregunta de ¿cuál es su visión respecto al escenario electoral nacional?
El egresado de la Licenciatura en Economía por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí afirma, “tenemos claro que las precampañas fueron intrascendentes, donde imperaron las descalificaciones, muchos chistes, muchas trepadas de postes, hubo motocicletas, hubo metidas de pata de alguno de los candidatos respecto a cómo conjugar algún verbo, hubo anécdotas, pero para no hubo para nada propuestas serias de lo que queremos hacer como país”.
“Que viene ahora, señala, espero venga el periodo serio, el periodo de discusión de propuestas, porque en caso contrario, lo que vamos a tener es un proceso en lo que no va a ocurrir eso, y si por el contrario vamos a tener un proceso en el que va a ocurrir que –los candidatos- traten de convencer a la población de yo soy el bueno y aquel el malo; o se intentará tratar de convencer a la población explicando que ese que dice que es el bueno, en realidad es el malo”.
Al hablar del puntero de las encuestas, al menos hasta la precampaña, Andrés Manuel López Obrador sostiene que tiene un piso que a su vez es su techo de más menos 32% a 35% por ciento de la posible votación del país, eso basado en los resultados de sus poco más de 14 años de andar danzando por el país, presentando una propuesta basada en el reclamo, en el hartazgo.
Pero acota, lo que no hemos entendido bien los mexicanos, es que, el 65% de la población no se identifica y no quiere el proyecto de López Obrador, al menos así lo confirman los resultados electorales.
Bajo ese escenario, asegura, “lo que está esperando ese que aparece en segundo lugar, hacia finales de abril y mayo, será, señores ya que ese 65% no quiere el proyecto puntero pues yo que voy en segundo lugar, voten por mí”.
Ante ese paradigma, lo que sucede es que ese candidato que ocupe la segunda posición está esperanzado a que la sociedad piense pues que la gente no vote por ese y vote por mí –en sentido figurado- para entonces alzarse con el triunfo, basado en el convencimiento no por propuesta, sino por el menos peor, y eso por sí mismo resulta trágico, pero ese es el proceso electoral mexicano, afirma.
Lo lastimoso de esta visión, advierte, es que nos son las propuestas las empleadas para generar convencimiento, sino se dejan llevar por los miedos.
Inquirido sobre ¿Por qué no existen en México nuevos estadistas o políticos con visión global, porque bajo este escenario no presentan propuestas?
En este proceso habremos de escuchar al menos a dos candidatos de los tres ya conocidos y quizá también a al menos tres candidatos independientes que por cierto poco escuchamos, que ahí presenten propuestas.
Pero lo cierto es afirma, “que en vez de llegar con propuesta, el objetivo es llegar a ver como descomponer el mercado, dando anécdotas, dando insultos, creando condiciones que me hagan mediáticamente importante, porque están acostumbrados a eso.”
Al referirse por el mismo José Antonio Meade, que se habría presentado como una propuesta fresca, que iba a ser distinto a los anteriores candidatos del Partido Revolucionario Institucional, alejado de los comportamientos de antaño de ese instituto político, se está comportando como esos políticos.
El problema es que no existe propuesta por parte de los candidatos, y el más claro ejemplo de esa sobre exposición mediática sin contenido es la que presenta el mismo Andrés Manuel López Obrador quien lleva 12, 13 o 14 años recorriendo el país presentando una crítica, más no una propuesta.
Ahora bien, lo que propone, porque eso si está escrito en al menos dos libros y sería importantísimo que los mexicanos lo leyeran y se informaran, es regresar a México a los años 80’s o 70’s del siglo pasado.
La propuesta de devolver el sindicalismo mexicano ya hablando de esa reforma educativa, es el más claro ejemplo del intentar entregar de nueva cuenta las canonjías de te regreso el privilegio de que tu designes y determines quien se queda con tu plaza, con el manejo discrecional de las retenciones por conceptos de cuotas sindicales, el dispendio en el manejo del recurso, pero ese es el tema.
Ante la pregunta de ¿Cuáles considera que son los tres principales problemas de nuestro país?
El ex director de la Carrera y del Departamento de Economía del ITES campus Monterrey advierte, primero terminar de consumar la reforma educativa, para evitar y reforzar el modelo de estimulo al aprovechamiento docente, alejándonos de la posibilidad de regresarle el poder absoluto a determinados lideres normalistas,
Segundo terminar con la impunidad, pues no es posible que una vez cometido el delito y sancionado, las familias de los hoy reos, puedan seguir gozando de sus fortunas, como en el caso de Veracruz, en donde Duarte se mantiene en la cárcel, pero la esposa goza y disfruta de los recursos del pueblo.
Tercero señala mejorar la infraestructura, y no solo la infraestructura física, nuestras carreteras y nuestra comunicaciones, sino también la infraestructura del capital humano, pues mientras se han pretendido impulsar proyectos faraónicos como la construcción de trenes entre la capital del país y Toluca, o el desarrollo del nuevo aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, se debió haber buscado mejorar la condición física de las carreteras o haber logrado cumplir con el presupuesto prometido a educación que tenía que haber llegado al 5 por ciento del PIB.
Cosa contraria a lo que realmente se logró y que se ha mantenido igual desde el arranque de la presente administración que no llega ni al uno por ciento.
Ante la duda de ¿cuál habrá de ser el papel de los jóvenes en el proceso electoral?
Refirió que será de suma importancia, más y cuando un tercio de la población cercano a los 24 millones de mexicanos estarían votando por quien gobernará esta nación.
Advirtió que dos cosas deben fomentarse en estos jóvenes, primero a la construcción de una memoria histórica –misma de la que el mexicano carece- y la segunda, a la participación activa de las y los ciudadanos, acudiendo a las urnas y votando por quien les convenza.
Queda claro, que con esta visión de la situación que actualmente enfrenta el país, lo más importante será el fomentar que las nuevas generaciones se nutran del saber y el conocimiento de personajes de esta calidad profesional y política para hacer de este maravilloso México un mejor país para todos.
Al tiempo.
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