¿En Veracruz, cómo denunciar a la policía ante la misma policía?
En Veracruz dejamos de salir de noche, y es que antes acostumbrábamos caminar alumbrados por la luna; dejamos de hacerlo porque la luna se convirtió en un faro que nos hizo visibles a los criminales, esos sujetos que habían recibido la venia de un gobernante para cobrarnos el derecho de transitar, de convivir, de respirar, de vivir. Fue una época de tinieblas en la que nos sentimos atados de manos, un tiempo en que nos empezamos a acostumbrar a los tiroteos, a los asesinatos, a los robos, a los levantones. Fue un tiempo que se prolongó demasiado, pasó un sexenio y llegó otro, paso un criminal y llegó un loco, un gobernador irresponsable que le dio autoridad a una élite de policías que se convirtió en un azote. Entonces nuestros hijos y hermanos empezaron a desaparecer. Pero ya no eran los grupos criminales los que se ocupaban de levantarlos, ahora la misma policía se ocupaba de eso. Y si ellos los levantaban, ¿a quién íbamos a acudir? ¿Cómo denunciar a la policía ante la misma policía? ¿Cómo decir ante una institución que sus elementos se habían convertido en criminales? Primero salieron a la luz las fosas, poco a poco. Primero decenas de fosas, luego centenas, ahora sabemos que en Veracruz hay más fosas llenas de cadáveres que municipios. Ahí fueron a parar miles de levantados, ahí fueron a parar nuestros hijos, nuestros hermanos. Ahí estaban las fosas, sólo faltaba encontrar a quienes las cavaron.
Si lo detienen los del alcoholímetro, ya no haga “osos”, flojito y cooperando
¿Quiere usted un consejo?, bueno, en realidad le vamos a dar dos consejos. Si toma no maneje, pero si ya cometió la imprudencia de manejar después de tomarse unas copas y para su suerte lo agarran los del alcoholímetro, lo mejor es resignarse y flojito y cooperando. Si es usted funcionario público, con mucha más razón coopere, porque lo estarán atendiendo otros funcionarios públicos; en caso de que fuera usted periodista, de la misma manera, coopere. Ni se le ocurra ponerse prepotente, ni se ocurra decir que tiene influencias, ni presuma que usted se habla de tú con el gobernador o con cualquier otro funcionario de alto rango. Va a quedar mal usted y va a hacer quedar mal al supuesto funcionario. Si se resiste lo van a grabar a usted y lo van a subir a las redes sociales. Ahí se pondrá en evidencia lo imbécil que resulta resistirse cuando la autoridad tiene razones para detenerle o detener su auto. Mejor tomar un taxi e irse a casa tranquilo, tranquila, ya al día siguiente arregle sobrio el asunto. Esto o decimos por la supuesta jefa de Recursos Materiales de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas, quien se resistía a que se llevaran su unidad, que porque tenía sus influencias.
Moctezuma Pineda de CMAS entra a Banorte y pide lo traten como el “reyezuelo” que se siente; ¿cómo lo ve don Ricardo Ahued?
Ya lo habíamos señalado en LBP, que muchos morenistas y neomorenistas se estaban dando cuenta de los desatinos de algunos funcionarios del nuevo ayuntamiento. Particularmente les preocupa el desempeño, las maneras y los traumas de Jorge Alberto Moctezuma, administrador de CMAS, de quien evidenciamos su prepotencia en un audio, donde también queda de manifiesto que al señor lo tienen sin cuidado las denuncias que los trabajadores puedan interponer ante la Secretaría del Trabajo. El exalcalde xalapeño Ricardo Ahued ya manifestó que por su parte él no va a servir de tapadera y que sí va a señalar los errores de los funcionarios municipales de los municipios a cargo de Morena. Pues le tomamos la palabra a don Ricardo, ahí está ese sujeto prepotente que o lo ponen en orden, o de plano ya lo retiran. De no hacer nada se van a seguir repitiendo escenas como la que protagonizara Jorge Alberto Moctezuma Pineda en un Banorte, quien como se siente la mamá de los pollitos pidió hablar de inmediato con la gerente del banco, la cual atendía a una clienta de la tercera edad. Pues el señor amagó con sacar la cuenta de CMAS de ese banco si no lo atendían como el “reyezuelo” que se siente. ¿Cómo la ve don Ricardo?
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com