Un recuerdo para Nadia Vera

La activista pro derechos civiles y promotora cultural Nadia Dominique Vera Pérez, junto con el fotoperiodista Rubén Espinosa y otras tres mujeres, fue privada de la vida con derroche de violencia el 31 de julio de 2015.

Hasta el momento, su muerte y la de las demás víctimas permanecen en la impunidad. Las conclusiones con las que las autoridades del gobierno de la Ciudad de México pretendieron cerrar el caso con lujo de rapidez –y de estulticia- criminalizando a las cinco personas asesinadas, fueron rechazadas por los familiares, ante el gran cúmulo de irregularidades en la investigación.

Dicha investigación incluso fue objeto de una recomendación por parte de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, por la violación de los derechos fundamentales de las víctimas. Pero aun cuando no ha sido cerrada, la averiguación no registra avance alguno. Se apuesta, como siempre, al olvido y a la resignación.

Este 8 de febrero, Nadia Vera, quien en vida brindó su amistad sincera y alegre a quien esto escribe, habría cumplido años. Con motivo de su aniversario, su madre, la poeta Mirtha Luz Pérez Robledo, escribió unos poemas para honrar su memoria y celebrar su vida, mismos que a petición suya reproduzco en este espacio, para exigir que la llama exigiendo justicia no se apague.

 

 

Para la doncella de ondas que te has vuelto,

Nadia Dominique

y celebrar tu vida en el aniversario de tu nacimiento

Mirtha Luz Pérez Robledo

 

 

La hierba roja de tu sangre se extendió por las losetas ávidamente

y volvióse  jardín toda la estancia

pradera de flores rojas toda la calle

el tiempo fue convirtiendo el fresco fulgor de la sangre en vidriada estrella

que se desprendió poco a poco

y al contacto con el agua se diluía como si la tierra hubiese abierto sus venas

y al mismo tiempo las absorbía

el sudario de tu cuerpo que lavé con mis lágrimas se arrugó

y como un lienzo que un artista ha intervenido

variadas formas de una abstracción plástica aparecieron

flores brotaron donde el rastro de la sangre se perdió.

 

 

Escribo versos alrededor de tu cuello

para que la presión de la cuerda no se ejerza

el viento  que alborota tus cabellos aspira tus pensamientos

conserva la memoria de los días

sopla

lleva su aliento a todas partes

deposita cada recuerdo en cada lugar que toca

el viento llama a mi ventana y me trae tus palabras

la firma neuronal de la consciencia

un destello de luz

Tiempo continuo.

 

 

Amapolita morada tu cuerpo niña se ha vuelto

resurges con todo el color

 

La tierra y el papel están temblando de ti

 

Todo ocurre en un tiempo paralelo

en la marcha o en la plaza pública

con tu gesto dentro del pasamontañas

donde acuden también las mariposas.

 

Email: aureliocontreras@gmail.com

Twitter: @yeyocontreras

 

Related posts

Amenazas del CJNG a Uresti…Estado no combate impunidad

Linchamiento y demagogia, por encima de la justicia

El necio y el agachado