Conforme avanza la recta final del bienio de Miguel Ángel Yunes Linares y se acercan las elecciones para definir a su sucesor, las presiones contra los adversarios y los críticos del régimen van incrementando peligrosamente su virulencia.
Ya había dado numerosas muestras de su absoluta intolerancia a la crítica el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, profiriendo insultos contra los reporteros que lo cuestionan a él o a su administración, como cuando fustigó a una reportera en Coatzacoalcos preguntándole si no le daba “vergüenza” hacerle ver que los libros de una escuela cuya “remodelación” fue a inaugurar, estaban en cubetas de plástico al carecer de libreros.
Una de las más recientes fue la amenaza de presentar una denuncia contra el periódico El Universal por la nota en la que exhibieron cómo el mandatario se quitó un reloj con un supuesto valor de seis millones de pesos. No se supo si al final demandó al diario, pero por lo menos el aspaviento hizo.
Ahora, el periodista Joaquín López Dóriga exhibió en sus redes sociales un mensaje que presuntamente le habría enviado el propio Yunes Linares en tono de amenaza, por unas críticas que el ex conductor estrella de Televisa hizo a la pretensión de “heredarle” el poder a su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez.
“Escuchaste a López Dóriga? (sic) Dile a Jaime que tendrá respuesta quien agrede a mi hijo. Yo no lo quiero heredar el cargo a nadie. Que vayan a Veracruz y pregunten por la obra de Miguel y encontrarán las razones por las que 3 partidos lo postularon (sic)”, dice una parte del mensaje difundido por López Dóriga la tarde de este miércoles.
Si bien esto podría ser visto como meras bravatas verbales, viniendo de un hombre de poder, que encabeza el gobierno de un estado y con los antecedentes de Miguel Ángel Yunes Linares, sin duda adquieren una dimensión distinta. Bastante amenazante, de hecho.
Más aún, al enterarse que hay otro tipo de amenazas que se convierten en hostigamiento, como el que denunció de nueva cuenta la diputada local del PAN Cinthya Lobato Calderón durante la sesión de la LXIV Legislatura del Estado de Veracruz, con la que se clausuró este miércoles el periodo ordinario de sesiones.
“Atropello tras atropello he venido recibiendo por parte de la Presidencia de la Mesa Directiva, por la Presidencia de la Junta de Coordinación Política y de sus personeros que no tardarán en subir a esta tribuna para seguir con su ataque sistemático en lugar de proponer soluciones. Hablan de hacer circo quienes se dedican a hacer circo.
“Precisamente este lunes pasado, durante la comparecencia del Fiscal General del Estado, sin mediar motivo alguno, sin razón, fui objeto de un nuevo ataque a todas luces injusto y premeditado, pues estando ahí presente fui acusada de no estarlo, se intentó quitarme mi derecho a realizar preguntas al compareciente, recibí amenazas previas para que no hiciera preguntas y no conforme con ello, siguieron los insultos sin respetar lo establecido en el protocolo acordado para cada comparecencia”, afirmó la legisladora ante el Pleno del Congreso local.
Hace unos meses, Cinthya Lobato acusó al coordinador de su bancada y presidente de la Junta de Coordinación Política, Sergio Hernández Hernández –alfil del dirigente estatal del PAN, José Mancha-, de despilfarrar el presupuesto de su bancada en borracheras, drogas y mujeres. A partir de eso, ha sido objeto de un acoso constante por parte de sus propios correligionarios panistas, encabezado por la diputada María Josefina Gamboa, al más puro estilo de su “jefe político”, el gobernador Yunes Linares.
El régimen gobernante en Veracruz no admite críticas, disensos ni oposición política. Al grado de que también a punta de amenazas se ha impedido la participación de algunos actores políticos en el proceso electoral que está en marcha, “disuadiéndolos” de ser candidatos bajo el muy directo “atente a las consecuencias”.
O como dijera un clásico, “cooperas o cuello”. Así pretenden perpetuarse en el poder.
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