“La maldad no necesita razones, le basta con un pretexto.” – Johann W. Goethe.
Vaya que en la política las sorpresas están a la orden del día, lo que aparenta estar amarrado, resulta no estarlo, y a la inversa.
Con el proceso de registro de precandidatos a las diputaciones federales, locales y por supuesto al Senado se confirma que en el Revolucionario Institucional esa regla impera y opera desde siempre.
De los convidados a formar parte de este nuevo proceso electoral, sobresale el tema de quienes encabezarán la formula al Senado.
Y es que la mano negra del tejedor de sueños priistas sigue más vigente que nunca.
Así Fidel Herrera Beltrán opera desde las sombras el nuevo proceso comicial de julio del 2018, en contrasentido a lo que desde el Palacio de Gobierno, pudiera operar el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares –su principal archirrival-.
Los enjuagues y amarres de Herrera con Morena y su cuasi-hermano Andrés Manuel López Obrador se operaron desde los tiempos en que el famoso Peje decidió abandonar el Sol Azteca para conformar su proyecto de nación, en esa enfermiza aspiración por gobernar México para convertirlo en el nuevo proyecto socialista de América Latina.
Ahora Herrera Beltrán arma sus fichas para enviar a María del Carmen Pinete Vargas como integrante de la fórmula priista, de la mano de la única otra opción que le pudiera garantizar algún resultado favorable al PRI, apoyándose del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con su representante Juan Nicolás Callejas Roldán.
De ese modo, contendientes como Sonia Sánchez de Chirinos –ligada al proyecto de Héctor Yunes-, Anilú Ingran Vallines, actual delegada de la Sedesol federal –protegida de Miguel Ángel Osorio Chong-, del propio coordinador priista en San Lázaro, Oswaldo Cházaro Montlavo o la propia Elizabeth Morales García, también delegada federal del ISSSTE y quien habría sido la más respaldada por al menos la militancia femenil del PRI veracruzano, se bajan de la contienda tras recibir línea del mismo candidato al gobierno estatal, Pepe Yunes Zorrilla.
Una evidencia más de que la mano de Herrera Beltrán estaría infiltrada en toda esta serie de movimientos es haber enviado a registrarse a Raúl Zarrabal Ferat por el distrito de Boca del Río, en un bastión en donde ya en otros momentos, le ha disputado al clan Yunes dicha plaza con buenos dividendos para el ya dos veces ex diputado.
Pero por si no lo cree, un dato que termina por confirmar este hecho es el reciente nombramiento de Gonzálo Morgado Huesca –el famoso Capitán Chanclas- quien serviría como interlocutor de los designios del propio Herrera Beltrán y la estructura priista.
Así pues el bajón a las aspiraciones de algunas y algunos confirma el plan maquiavélico de Herrera por retomar el control político del estado, al haber enviado a Ricardo Ahued Bardahuil como contendiente por el senado pero en la franquicia de Morena.
Así los planes e intenciones de un hombre que nació, es y sigue siendo un animal político.
Ojalá que estas acciones, no compliquen el de por sí difícil y casi imposible objetivo del precandidato priista José Francisco Yunes Zorrilla de llegar a la gubernatura de la entidad.
Al tiempo.
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