No son solo los crímenes arteros, en contra de los periodistas sin solucionar. Lo es también la marginación gubernamental, que arrincona y castiga a la prensa libre y profesional. Una añeja exigencia , para dignificar y profesionalizar al gremio periodístico. Mejores sueldos y prestaciones. Apoyo para vivienda y salud. Dignificar el medio, reconociendo el verdadero valor de egresados y profesionistas de la carrera. Distinguir a los verdaderos periodistas, de quienes se dicen lo son y se dedican a la extorsión y corrupción. Seudo periodistas y dueños de pasquines, que se prestan con los gobiernos en turno para el saqueo. El descarado contubernio. No, nada que celebrar cuando México es considerado el primer país de peligro para ejercer el periodismo y Veracruz el estado que más periodistas muertos a aportado. Asesinan al mensajero, las administraciones déspotas y autoritarias. Las de aíres monarquicos, que se asientan como dueños del lugar, saqueando a sus contratantes: el pueblo.