Reyes Peralta, un bufón que se quedó sin rey

Reyes Peralta, un bufón que se quedó sin rey

 

Quien fuera el abogado del fidelismo y del duartismo, el abogado Jorge Reyes Peralta, siempre se ha valido de algunos medios que gustan de hacer eco de sus mentiras y sus bravatas. Ahora sale a decir que como le negaron un amparo a Maryjose Gamboa, entonces un juzgado encontró a la ahora diputada como responsable de la muerte de José Luis Burela. Claro, es la interpretación del abogado, que no es la primera vez que manda mediáticamente a la cárcel a alguna persona. De inmediato la diputada Maryjose Gamboa le contestó mediante mensaje de Twitter: “NUNCA hubo agravantes. NUNCA debí pasar 9 meses en prisión y aún así pasé más de los que los jueces d Duarte y Herrera pudieron sostener. Libertad irrevocable, q digan lo q gusten q después d vivir tantos infiernos, ya no le temo a cualquier demonio”. Reyes Peralta es un pobre bufón que se ha quedado sin rey; a ratos en sus añoranzas se acuerda de alguna graciosada y la rememora o se vale de algunos incautos y los engaña como lo hizo siempre en los tiempos de Fidel Herrera y de Javier Duarte. En su senilidad las victorias abundan, porque en su ego las derrotas no tienen cabida.

 

Anilú, como Anita la huerfanita espera que le llegue su mañana

Quien está que nada la consuela es la delegada de SEDESOL en Veracruz, la exdiputada Anilú Íngram, una de las favoritas de el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Anilú estaba al cuidado del delgado de la Secretaría de Gobernación, Ángel Isaac Ochoa Pérez, quien siempre daba boletos de primera fila para que la delegada pudiera saludar al presidente. Pero con eso de que Osorio Chong no va a ser el candidato del PRI a la presidencia de la República, entonces la señorita se quedó sin padrino y como “Anita la huerfanita” anda por los rincones de Veracruz cantando: “Tengo que esperar que mi mañana llegue ya. Mañana, mañana te quiero mañana, no puedo esperarte más”. Pero como esta vez los méritos van a contar, tal vez ese mañana no le llegue a la huerfanita.

 

Fernando Kuri, el diputado que añora el pasado; su periódico recibía más de dos millones de pesos

En su intervención en el Congreso, ante la presencia del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, el diputado Fernando Kuri se envalentonó desde la tribuna y señaló una serie de puntos en los que desde su percepción este gobierno ha fallado. El diputado Kuri, familiar de Fidel Kuri, dueño de los Tiburones Rojos de Veracruz, señaló que los veracruzanos esperaban un cambio, pero para él y para muchos veracruzanos ese cambio no llegó. En respuesta a la intervención del diputado Fernando Kuri, el gobernador dijo que al parecer el diputado Kuri era de los que sí querían seguir viviendo en el pasado, sobre todo porque su periódico, el Diario Mañanero, ya no recibía los más de dos millones de pesos que en los tiempos de Duarte se le aportaban. El gobernador Yunes Linares también señaló que la familia del diputado Kuri ya no recibe recursos con la excusa de ser para el deporte, cuando en realidad era para el negocio de la familia. El gobernador señaló además que una de las camionetas fue detenida con mercancía robada, asunto que ya se lo había sacado en su comparecencia el secretario de Seguridad Pública. El gobernador Yunes Linares le dijo que él cambio sí había llegado, y que el hecho de que el diputado haya utilizado la tribuna para hacerle esos reclamos era un ejemplo de ello. Después de esta vapuleada, el diputado entendió el dicho que reza: «Calladito me veo más bonito».

 

Armando Ortiz                                                           aortiz52@hotmail.com

 

Related posts

Otra más de Iván Martínez Olvera. Pone a su secretaria a pedir regalos y moches a cambio de que les paguen facturas; lo publica Reyes Isidoro en Prosa Aprisa

Ricardo Ravelo, manual para los hombres de la limpieza. Se presenta en Xalapa el libro El amo de Jalisco. Un gobierno con estructura criminal

Esteban Bautista le da sus coscorrones a Dorheny García por dejar que en la comparecencia que presidió imperara el desorden