La necesidad de comprar es cotidiana en todo el planeta y nadie puede prescindir de esta práctica que convierte a las dependencias relacionadas con el comercio como las reguladoras de la compraventa de todo lo que puede adquirirse con dinero en el país.
Conocer directamente la práctica de la compraventa, desde un clavo hasta una casa, crea una conciencia sobre la buena o mala salud de la economía, al mismo tiempo que es un termómetro para conocer la confianza de los consumidores y su potencial de consumo.
Tener conciencia del mercado interno de un país crea la posibilidad de transformar esta práctica de acuerdo con una dinámica cada vez más ágil y cómoda, no sólo para el comprador, sino para el propio vendedor.
Otro de los factores cruciales de instancias relacionadas con el comercio cotidiano del país es el hecho de otorgar confianza, tanto a vendedores como a compradores, en este contexto de alianza permanente.
Antes de la existencia de la Profeco, vendedores y consumidores parecían instancias confrontadas, enemistadas por naturaleza. Trincheras que cada uno defendía sin un factor regulador y por razones desconocidas. Ahora la Profeco no intensifica conflictos, los concilia en la gran mayoría de los casos.
Si este tipo de procedimientos se siguiera en otras instancias de conflicto social, la paz social sería muy diferente. De tal suerte que la labor de este tipo de dependencias es la negociación. Hay en la Profeco un ejército de conciliadores que bien harían falta en otro tipo de conflictos del país que parecen desde ahora, irreconciliables.
La embestida publicitaria de las compras a través de internet no tuvo precedente durante este último Buen Fin, los vendedores por internet tomaron la ofensiva y se anunciaron por todos los medios, desde los volantes hasta las redes sociales.
Aproximadamente 80 por ciento de los mexicanos que posee plataformas para navegar por internet se muestra complacido con sus compras en línea. Según un estudio realizado por la Asociación Mexicana de Venta Online, en los últimos seis meses 76 por ciento de los usuarios de internet móvil ha realizado una compra a través de su dispositivo y más de 60 por ciento planea hacerlo en un futuro.
El consumo a través de internet no se ha consolidado aún en nuestro país, y hasta el momento los consumidores tienen dudas sobre su eficacia y transparencia.
Es por ello que instancias como la Profeco reaccionan a este tipo de necesidades. De tal suerte que el Procurador Federal del Consumidor, Rogelio Cerda Pérez, aseguró que en la era del comercio digital es necesario actualizar nuestros valores morales para evitar caer o provocar engaños.
Es decir, las instancias de gobierno están preparadas para este tipo de sobresaltos en la historia del consumo nacional; sin embargo, las dudas sobre este tipo de comercio no se desvanecen tan rápido ni dependen de una recomendación para concretarse como una práctica cotidiana.
Así, el procurador señaló que es necesario que universidades y escuelas enseñen a los jóvenes el compromiso que tienen ante sus congéneres. “(Al entorno digital) hay que regularlo, supervisarlo, legislar mucho de su entorno, yo creo que es un asunto que tiene muchas aristas por defender, porque por ahora está carente de cualquier marco regulatorio eficaz”.
En momentos como los que se viven actualmente, con un trascendente proceso electoral, con la temporada de mayor consumo del año que es la época navideña y una crisis económica sin precedente, el papel de una instancia como la Profeco debe estar en todo lugar, para dar confianza, pero, sobre todo, para conciliar.
Así, en este sentido, en el tercer día de “El Buen Fin 2017” la Profeco rebasó 20 por ciento del monto recaudado en favor de los consumidores, en comparación del año anterior.
La Profeco en este año otorgó 3,675 asesorías a los consumidores y concilió más de 300 reclamaciones, lo que representa 94 por ciento de conciliación respecto a las quejas procedentes.
Las conciliaciones mencionadas han representado un monto recuperado de un millón 445 mil 640 pesos, es decir, más del 100 por ciento del monto que han reclamado los consumidores, tan sólo en el Teléfono del Consumidor se ha superado el 50 por ciento.
Los principales motivos de queja que se encuentran en estas fechas es condicionar las ventas y no respetar las promociones y ofertas o los precios exhibidos.
En cuanto a las redes sociales, la Profeco atendió por ese medio las quejas de más de mil consumidores, las cuales fueron, principalmente, por publicidad engañosa, no respeto a las promociones y descuentos falsos.
La responsabilidad y el compromiso que se lleva a cabo en la Profeco es un trabajo que busca equilibrios. Hacer justicia sin penalizar, corregir sin sancionar, advertir sin amonestar. Es decir, la armonía de una sociedad como la mexicana debe tener en todas sus prácticas unidad, que arroje cohesión entre la población. Las dependencias de gobierno no deben ser enemigas de nadie, sino entes que coadyuven al desarrollo de quienes viven en el país.
Es hora en México, de la conciliación, y las actividades de una instancia como Profeco deben ser repetidas en otros ámbitos. Estas dependencias no están sujetas a la persona que las encabeza, sino que requieren de una inercia de armonía y una vocación de servicio que se concretan en todas y cada una de las actividades.
Es decir, se trabaja con determinación y con suavidad, pero de manera contundente. En México hace falta un árbitro social que concilie, que armonice, que unifique a quienes de manera inexplicable se convierten en enemigos de su propia comunidad.
Los compradores y los vendedores no se enfrentan para comprar o vender, se complementan, y esta es una enseñanza que debe ser practicada por la paz y la armonía del país. Los mexicanos nos complementamos y en la diferencia somos similares, sobre todo a la hora de estar frente a las urnas y, por lo tanto, ante nuestro destino. PEGA Y CORRE. – Pareciera como si Javier Duarte hiciera de las empresas fantasma no sólo un negocio en Veracruz, sino toda una moda. Veracruz es el cuarto lugar en registro de empresas “fantasma” a nivel nacional; aseguró el Colegio de Contadores Públicos de ese estado. La crisis económica que padecen los mexicanos propicia este tipo de alquiler de personalidad que por unos cuantos pesos un desempleado puede convertirse en el propietario de una empresa fantasma, y la ceguera de la justicia se da por satisfecha deteniendo al menos culpable de estos delitos, que es el prestanombres… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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