El miércoles y todavía ayer el tema dominante de los columnistas más leídos del país, de medios de la Ciudad de México, fue la reunión a la que los convocó el presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos.
El tema a tratar (o el pretexto) era la reconstrucción después de los sismos que afectaron la Ciudad de México, Oaxaca, Chiapas y Morelos, primordialmente, pero que derivó en el tema de moda: la sucesión presidencial y el candidato del PRI.
Hubo columnas muy completas que cronicaron con detalles lo que sucedió en el encuentro, como la de Francisco “Pancho” Garfias, de Excelsior, y la de Pablo Hiriart, de El Financiero, y hubo otras que hicieron consideraciones más de fondo sobre el comportamiento del anfitrión.
Enrique Quintana, un columnista imprescindible especializado en temas económicos y financieros, apuntó el miércoles al final de la columna “Coordenadas” en la que se ocupó del encuentro y que tituló: “Un diálogo con el presidente”:
“Siempre es positiva la disposición a exponer y a escuchar. El hubiera no existe –como se dice usualmente– pero si el presidente hubiera usado con más frecuencia ejercicios como el de ayer o el de antier en el foro de EL FINANCIERO, de comunicación directa y franca, quizá su imagen pública sería mucho mejor de lo que es hoy”.
Ayer, Héctor Aguilar Camín, otro peso pesado cuya lectura es obligatoria, en su columna “Día con Día” que publica en Milenio coincidió con Quintana. Con el título “El presidente Peña da, por fin, una conferencia de prensa”, dijo:
“Mi lectura del acto fue la de Enrique Quintana, director de El Financiero, quien lamentó en su columna del día siguiente que este ejercicio de conversación con los medios no haya sido más frecuente. Los comunicadores de Los Pinos han desperdiciado todos estos años uno de los instrumentos de comunicación más eficaces de cualquier Presidente: el trato en corto, la conversación directa con los medios”.
Añadió: “No la compra, la coacción, la amenaza o la censura… sino la conversación, la persuasión, la pedagogía, el intercambio de información privilegiada que tiene un jefe de Gobierno. Eso hizo Peña Nieto, moderadamente, ante un auditorio de periodistas el martes pasado. Creo que hay evidencia absoluta, por la reacción favorable de la prensa, de que es lo que debió hacer durante todo su sexenio y lo que debería hacer en lo que resta de él”.
El Gobernador mantiene distancia con todos
A mí me ha tocado estar de los dos lados del mostrador, tanto en el ejercicio periodístico profesional e independiente (cuando los dueños de los medios nos lo han permitido) como en el manejo de áreas oficiales de prensa, ya sea del Gobierno del Estado o de su partido político, y por experiencia coincido con lo que señalan tanto Quintana como Aguilar Camín.
Cuando el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se mantiene distante (con sus muy contadas excepciones, que yo sepa) de editores, columnistas, editorialistas y articulistas que hacen opinión, unos más otros menos, me pregunto si periodistas de la talla de los que menciono líneas atrás están equivocados.
“Siempre es positiva la disposición a exponer y a escuchar”, escribió el director de El Financiero. “Uno de los instrumentos de comunicación más eficaces de cualquier Presidente”, dijo ayer el autor de Morir en el golfo, es “el trato en corto, la conversación directa con los medios”.
Como aspirante al Gobierno del Estado y luego como candidato, Yunes estuvo sometido a una despiadada campaña de lodo mediática –es cierto– pagada desde Palacio de Gobierno o la Casa Veracruz, pero en la que no participó toda la prensa, si bien fueron los menos los que fueron imparciales, lo trataron con respeto y le abrieron sus espacios sin pedirle un solo centavo.
Por eso extraña su comportamiento una vez que hubo arribado al poder, más cuando trae entre ceja y ceja el proyecto de heredar el poder a su hijo mayor: mantiene distancia con prácticamente todos, incluso con quienes no lo agredieron (algunos me han expresado estar sentidos por eso con él) y que sólo quisieran escuchar en corto sus razones de por qué su forma de gobernar como lo está haciendo, o, eso creo, tratar de hacerlo reaccionar sobre temas torales por el bien de Veracruz y de los veracruzanos.
No todo el periodismo quiere “convenio”
A mí me llama la atención que, al fin familiares de sangre, en ese comportamiento de distancia con la prensa es igualito a su primo hermano el senador Héctor Yunes Landa, no así el otro Yunes senador, José Francisco “Pepe”, familiar de ellos sólo de dicho, quien a veces se da su tiempo para reunirse y platicar con periodistas ya sea en Xalapa, en la Ciudad de México o en su rancho de Perote.
Es una idea equivocada (aunque a veces se afirma y acusa deliberadamente, por algún interés personal o alguna perversidad) cuando se dice que el periodismo sólo se mueve o actúa con base a dinero y que se critica porque no se le paga u otorga algún “apoyo”, o como se le quiera llamar.
Si bien la contratación de publicidad que se hacía antaño para comprar espacios a fin de promocionar las acciones o la imagen de gobierno la pervirtió en grado sumo y escandaloso el gobernador Fidel Herrera Beltrán, pasando de la compra de espacios a la del criterio editorial (o de “conciencias”, como expresan algunos), siempre ha habido excepciones, aunque contadas, de editores, columnistas o reporteros que se han apartado para no participar en esa práctica.
A veces el gobernador se ha molestado y ha rehuido alguna pregunta que le resulta incómoda respondiendo que “no hay convenios” cuando, a mi juicio de periodista, las preguntas de mis compañeros reporteros son pertinentes porque además están en el interés de la opinión pública. Pero, además, no se debe olvidar nunca que los periódicos o medios serios, profesionales, son empresas y como tal buscan obtener alguna ganancia, lo que no es vergonzoso ni ilícito si se cumple con la normatividad fijada por las mismas instituciones de gobierno.
Está confrontado con la prensa, la percepción
La percepción que se tiene es que el gobernador está confrontado con la prensa veracruzana (con sus excepciones) pero él no trata de borrar dicha percepción, por el contrario la propicia como en el caso reciente cuando el pasado 12 de octubre arremetió contra La Jornada Veracruz, medio al que acusó de “continuamente estar publicando mentiras”, sólo porque ejerce la crítica.
Se ve que le irritó que algunos medios y columnistas dijeran que sólo le ha decomisado a Duarte “puras chácharas”, lo que lo llevó a crear una página electrónica donde se puede consultar los bienes que le han asegurado al gordo, familiares, operadores y prestanombres (aunque no dijo qué y cuánto a cada quien, con nombre y apellidos, lo que le critican ahora y le señalan que no hay transparencia), y el día que la presentó mostró su molestia: “Estoy seguro de que La Jornada, que continuamente dice mentiras, mañana publicará la verdad y dirá que el Gobierno del Estado de Veracruz ha transparentado estos bienes”.
Me pregunté y me pregunto: “Por qué no deja que su área de Comunicación Social haga su trabajo, dialogue, cabildee, aclare en lugar de tensar él más la relación con los medios? ¿Tendrá claro que ese tipo de actitudes concita solidaridad entre la prensa y, en el caso que señalo, con el medio y quienes lo hacen? (mi compañera la reportera de La Jornada Veracruz Sayda Gisela Chiñas Córdova sabe que estoy con todos ellos), ¿por qué no propicia un diálogo abierto, respetuoso donde exponga y escuche?
Ayer mismo respondió al periodista Daniel Moreno Chávez, director del leído portal Animal Político, quien el miércoles, de visita al Estado, dijo que “lamentablemente no se ha registrado un cambio fundamental con el gobierno” de Yunes y calificó de un “riesgo” para la democracia que desde el Gobierno impulse la candidatura de su hijo para que lo suceda.
En respuesta, el gobernador dijo a XEU Noticias que la crítica es parte de una estrategia del periodista “para tener visibilidad”. Algo destacable, sí, es que dijo que no comparte los señalamientos pero que los respeta y que Daniel puede hacerlos “gracias a la nueva apertura que hay”.
“No coincido con las declaraciones, pero las entiendo. Bienvenido a Veracruz. Qué bueno que él disfrute esta nueva etapa de cambio en Veracruz donde los medios no son sujetos a ninguna presión. Ni se compran conciencias, ni se compran ocho columnas, ni se compran opiniones. Qué bueno que vengan periodistas como él, siempre tendrá un ambiente adecuado en Veracruz para expresar su opinión”, concluyó.
En esto último tiene razón. Al menos en mi experiencia ejerzo la crítica con total libertad y no se me ha molestado hasta ahora como se hizo en el gobierno de Javier Duarte. Sería mejor, a mi juicio, si se aplicara lo que recomiendan Enrique Quintana y Héctor Aguilar Camín. Pero él sabe su cuento.
(Anoche busqué una foto en Google donde se le viera intercambiando comentarios con periodistas para ilustrar esta columna y no encontré ninguna.)
No va Alemán Magnani
Comenté el miércoles la posibilidad de que el joven empresario Miguel Alemán Magnani se estuviera enfilando para ser candidato del PRI al Senado por Veracruz, pero en una plática que tuve con el capitán y licenciado Alejandro Montano Guzmán, allegado a la familia Alemán, me dijo que el joven está entregado de lleno a sus empresas y que no buscará participar de ninguna manera.
Por cierto, ayer en Coatzacoalcos el gobernador Yunes Linares comentó que tuvo “contacto” con el exgobernador Miguel Alemán Velasco para que su aerolínea Interjet no suspenda sus vuelos hacia el sur del Estado. Por lo que dijo, el exmandatario habría atribuido la causa a que no tienen “más momentos de despegue” desde el aeropuerto de la Ciudad de México por lo que lo remitió al Gobierno Federal para que los autoricen y así se resuelva la situación.
¡Winckler, aliado del PRI!
Que el Consejo Político Estatal de mañana sábado en Xalapa será para validar los acuerdos que se tomen este viernes en el Consejo Político Nacional. Que hay quienes quieren meter un tema extra a tratar y si es posible a aprobar: que se haga un amplio reconocimiento a nombre del priismo de Veracruz al fiscal Jorge Winckler Ortiz porque gracias a las arbitrariedades, atropellos y todas las barbaridades que viene cometiendo junto con sus muchachos está haciendo que regrese toda la militancia que se había alejado por culpa de Duarte. ¡Hasta lo consideran un gran aliado!