Independientes por un día

La proliferación de candidatos independientes para los diferentes puestos de elección popular se convierte en una especie de lotería donde las declinaciones pueden cambiar radicalmente los resultados de los candidatos con partido político.

La declinación a la que tienen derecho todos los aspirantes a un puesto de elección popular se convierte ahora en un arma que dejará sin credibilidad definitivamente a los candidatos independientes, servicio que agradecerán mucho los partidos políticos tradicionales y la auténtica oposición tendrá entonces para las elecciones de 2021, un estorbo que no pulverice los votos a su favor, como ahora sucederá con los candidatos independientes.

Es decir, la inconformidad social que nadie puede esconder en México distraerá votos para que la verdadera oposición no pueda triunfar, gracias a la declinación y coalición de los independientes.

Ahí tenemos al gran saboteador de la verdadera izquierda, el egresado del ITAM y pupilo de Luis Videgaray, Armando Ríos Piter, quien se ha caracterizado por seguirle el juego al PRI para desactivar, en momentos clave, el impulso social de la izquierda, ya sea el de su ex partido, el PRD, como el de Morena y otras fuerzas de oposición real.

El ser candidato independiente a la Presidencia de la República se convierte ahora en una inversión, porque cada uno de los que obtengan su candidatura sabrá vender bien su declinación, omisión, alianza o coalición con algún candidato perteneciente a cualquier partido político.

El simple hecho de intentar captar los votos de los inconformes distrae el derecho al sufragio de quienes pueden ganar desde una frontera contestataria auténtica.

Los candidatos se caracterizarán por los discursos encendidos contra la actual administración y contra el PRI, pero tendrán un subsidio y un apoyo en recursos humanos proporcionado por ese color. Para nadie es un secreto esta estrategia. La decadencia del partido en el poder vuelve previsible cualquier estrategia por sorpresiva que quiera parecer.

La inconformidad social tiene enemigo a vencer, pero desconoce los caminos que pueden derrumbar a los actuales funcionarios públicos, de ahí que la fusión de discursos y la confusión de ideas pueden hacer de las candidaturas independientes muy buen trabajo en favor del actual orden político, y quitar de en medio a la verdadera oposición.

Desde el momento en Margarita Zavala se inscribió como candidata independiente, dijo que no declinaría por nadie, pero a su discurso elemental y simplista agregó algo que la caracterizará en toda su campaña, dijo que el enemigo a vencer se llama Andrés Manuel López Obrador, luego ante la obviedad de su posición, tuvo el arrojo de añadir al PRI dentro de sus contrincantes electorales.

Margarita Zavala, sabe el precio de la declinación y conoce las entrañas de los partidos políticos tradicionales, es por ello que la inversión que ahora realice al juntar firmas y fingir una campaña, pueda ser remunerada con creces, tanto en lo político como en lo económico, porque hay otras posibilidades de ganar las elecciones que de manera simultánea se presenta en estos comicios, luego de la intención de pulverizar el voto de la oposición, y que consiste en que el actual sistema político adopte a uno de los suyos como candidato independiente, y sea apoyado por otros candidatos independientes, incluso por algún o algunos partidos políticos.

La ganancia de los posibles candidatos independientes no está en el concurso sino en el hecho de no concursar. Es decir, habrá quien, desde ahora, decida abandonar la lucha a cambio de varios millones de pesos. Esta venta de la intensidad o abandono de la lucha puede cotizarse desde hoy y hasta días antes de la jornada electoral. Mientras más cercano esté el día de las elecciones mejor podrán vender sus declinaciones, el abandono o la aceleración de sus campañas.

La vendimia en que se ha convertido la política en México, será también una reactivación económica para los medios electrónicos que han visto disminuida su captación de recursos a través de espacios pagados.

Los independientes son los salvadores del poder establecido implantando un gatopardismo, donde las cosas parecen cambiar para evitar que la gente se dé cuenta de que nada cambia.

La apuesta por las candidaturas independientes, que en un momento surge para refrescar la angustiada competencia electoral de partidos que llegaban al extremo de plagiarse así mismos, burlando la memoria de los mexicanos y violentando más de una legislación electoral, se convierte en una feria de números y apuestas que parece más un casino que la competencia por el poder.

La cantidad de concursantes por los puestos de elección popular motivará no sólo la confusión sino un gran cúmulo de votos anulados y un alto índice de abstencionismo, motivado por la diversidad de ideas, no de propuestas, poco sólidas alrededor de una realidad que es sórdida y vergonzosa.

La convocatoria que desde el INE se hizo para la suscripción de posibles aspirantes a diferentes puestos de elección popular no fue otra cosa que la muerte de nuestra democracia desde el lugar mismo donde debía fortalecerse.

Permitieron a los consejeros electorales darse el lujo de apoyar desde una aparente posición imparcial a los partidos políticos existentes para fortalecer grupos y pandillas, pero no para darle equidad a la competencia en las urnas.

La figura de los independientes desde el momento mismo que personajes como Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” mostró, desde su simulada independencia, ser más priista que el PRI y actuar en consecuencia. Esa posibilidad de reforzar la competencia electoral y fortalecer la participación de la población en las elecciones nunca fue real en México.

El sistema apostará en estas elecciones lo que le queda de prestigio de las candidaturas independientes que no es mucho capital político, por cierto, así podrá impedir, a como dé lugar, el triunfo de la figura de Andrés Manuel López Obrador sacrificando las posibilidades de los independientes de ganar las elecciones y echando dichas candidaturas al cesto de la basura para siempre.

El descontento popular se convierte en una moneda de cambio, donde el poder hace pedazos la organización social y se apodera del derecho a elegir a su propio jefe de ejecutivo a través de los distractores que son los candidatos y las falsas novedades en un sufragio condenado a la derrota ciudadana. PEGA Y CORRE. -El Servicio Geológico Mexicano, que encabeza el Ingeniero Geólogo Raúl Cruz Ríos, dio a conocer los avances de todos los procesos del organismo con tecnología de punta, fruto de un proyecto institucional clave de levantamiento, optimización, automatización e implementación de protocolos. El SGM está listo para posicionarse “en la categoría de las mejores organizaciones del mundo”, dijo Morales Fuentes, Director de Administración y Finanzas del SGM, quien fue el encargado de la presentación…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

 

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