El gasoducto

    Asunto que sin ser de índole político, lamentablemente se politizó, debido a la incapacidad de los funcionarios de la empresa Gas Natural del Noroeste que se les encomendó llevar a cabo tan importante obra, la que es de gran importancia económica, no solamente para la entidad, sino también para el buen desarrollo industrial de esta región del Estado y del país.

    La principal falla de estos señores se presentó desde el principio, al no hablarle a la población veracruzana con la verdad. Pues al informar, como lo hicieron desde el anunció del proyecto que la obra sería para llevar este energético a las importantes empresas del vecino municipio de Coatepec, somo lo son: la embotelladora de Coca Cola y la Nestlé, se equivocaron.

    Pues ni los habitantes de Emiliano Zapata, los jalapeños y los coatepecanos somos tontos. Quién iba a creer que una obra de ese costo sería para solamente dotar de ese elemento de la naturaleza a solamente dos empresas, pues por importantes que sean, el costo no lo justifica.

    Pero lo más grave del asunto sucedió cuando se anunció el cambio del trazo que tendría el gasoducto, acción que se dio a conocer sin informar a la población el por qué. Lo que de inmediato provocó a falta de verdadera información    -que era obligación de la empresa proporcionar-     la especulación. Que como principal pretexto se tomó por parte de amigos y enemigos de la obra, que la importante compañía quería ahorrarse algunos millones, pues el trazo original era por fuera de la zona urbana de Xalapa y el nuevo era como se tiene conocimiento, cruzando varias colonias de la capital veracruzana.

    Información que de inmediato provocó entre los habitantes de Xalapa, un rechazo contundente al nuevo trazo y que en su momento fue tomado como bandera por partidos políticos, pues éste hasta donde tenemos información, va a través de las siguientes avenidas de esta ciudad, como son: desde el municipio de Emiliano Zapata por la carretera Xalapa-Veracruz hasta en donde se encuentra el adefesio que le llaman Araucaria, en el entronque de la avenida 20 de Noviembre y Lázaro Cárdenas, para desde ahí subir por 20 de Noviembre hasta el cruce con Avenida Presidentes y tomar esa rúa, para salir hasta el inicio de la carretera a Coatepec. Trazo que no pasa por la parte media de Xalapa, pero sí por una parte muy poblada de la zona urbana, incluyendo la Zona Universitaria.

    Las razones del nuevo trazo son obvias, y así lo indica la publicidad que tiene al empresa en algunas radiodifusoras, pues en ésta, se nota de inmediato que además de vender gas natural a la industria veracruzana, otro de los objetivos es vender el energético a nivel de casa-habitación, como ya lo hace desde varios años en otras importantes ciudades del país, como lo son, Monterrey y Guadalajara, entre otras, en donde hasta tenemos conocimiento nunca ha habido problemas por su consumo a este nivel.

    Pero algo que posiblemente desconozcan los funcionarios de Gas Natural del Noroeste, es a lo que se debe la oposición de la población jalapeña para la introducción del tubo que conducirá el gas hacia las empresas y los hogares que lo contraten    -además de la politización del asunto-     es que en el pasado en esta ciudad hubo algunos problemas de explosión por el uso de gas L P, transportado en pipas, que causaron varias personas fallecidas en algunos lugares.

    Como se aprecia en lo señalado, tanto la presentación del proyecto, como todo lo que se ha anunciado después, se ha hecho mal por parte de la compañía. Y lamentablemente ahora hay que sumar la errónea acción, que no sabemos de quien fue la idiota idea, como lo señaló el servidor público estatal que dio la conferencia de prensa, de que trató la empresa gasera de introducir su tubería, al mismo tiempo que se está llevando a cabo la reconstrucción de la carretera Xalapa-Coatepec    -hasta donde sé sabe, obra pública del gobierno estatal-    con la intención, de que nadie se diera cuenta.

    Explicación totalmente infantil y muy difícil de creer, pues solamente que los servidores públicos e ingenieros encargados de la obra fueran idiotas, no sé percatarían de esta situación. Por lo que, conociendo como están las cosas de la corrupción en el sector público, se puede especular en que posiblemente algunos mandos superiores estaban de acuerdo en que se hicieran las obras de manera conjunta, pero como la población se dio cuenta de la acción, no quedo otra que dar marcha atrás y dejaron embarcada a la empresa privada, con toda la responsabilidad. Usted que OPINA estimado lector. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Miér. 11-octubre-17) .

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