La necesidad de vivir del erario obliga a muchos hombres y mujeres que han probado las mieles del presupuesto en sus tres niveles de gobierno, a cambiar de puesto cada vez que se les presenta una oportunidad, pero no sólo eso, ahora son capaces de cambiar hasta de partido político.
Sin el menor sonrojo los participantes de una camada quieren pertenecer a otra, y brincan de un puesto a otro, si es de elección popular pasan de la elección directa a la plurinominal. Y del Congreso local, se van al federal a la senaduría, a un puesto de medio pelo en la administración de su estado y logran llegar a la propia gubernatura. Y si esto implica cambiar de partido político, lo hacen sin más requisito que su ambición.
Los círculos del poder se hacen cada día más pequeños. Anteriormente estaban situados en el compadrazgo, luego el nepotismo empezó a salir del clóset de las palabras impronunciables dentro de la administración pública y comenzaron a repetirse los apellidos cada vez más continuamente.
Pero pasaron de los familiares a los hijos y a los nietos. Sobrinos y primos se saludan desde las tribunas parlamentarias como si se tratara de espacios regalados por herencia, dejando sin representación a los mexicanos, quienes ven que estos cargos sólo sirven para perpetuar el poder y no para sacar adelante las iniciativas de leyes que pueden beneficiar a los mexicanos.
Del compadrazgo se pasó al nepotismo, del nepotismo a la dinastía y de la dinastía a la monarquía porque se heredan gubernaturas de padre a hijo. Ahí está el ejemplo de Oaxaca, donde José Murat, adiestró a su hijo Alejandro a convertirse en gobernador. O la descarada herencia que dejó Humberto Moreira, a su hermano Rubén, como una muestra de impunidad ante las anomalías que presentó uno y que sigue la costumbre de la opacidad en las cuentas su hermano.
En todos los niveles de gobierno se confunde el ascenso en la carrera política con el oportunismo que permite subir de puesto marginando a los contrincantes, dentro y fuera de su partido político, a costa de su sacrificio y traición.
Aquí presentamos algunos de los muchos casos, que pasan de un espacio político a otro, amparados en la desmemoria aparente de los mexicanos y los favores que deben pagar, como facturas eternas y evidentes que son una denuncia pública de su impunidad y muestra evidente del desamparo de la población que debe representar y obedecer.
Silvano Aureoles, de ser diputado federal perredista pasó a ser gobernador del estado de Michoacán.
Alejandro Moreno, priista que pidió licencia para dejar la Cámara de Diputados y de este modo competir y ganar la gubernatura de su natal Campeche.
Claudia Pavlovich, senadora priista que pidió licencia y fue seleccionada por su partido como candidata a la gubernatura de Sonora, misma que ganó.
Ricardo Barroso, priista, solicitó licencia como senador porque aspiraba a gobernar Baja California Sur, perdió.
Ivonne Álvarez, priista, dejó el Senado y obtuvo el respaldo de su partido para ser candidata al gobierno de Nuevo León, perdió.
Cristina Díaz, pidió licencia para aspirar a la postulación, pero luego de que le fue negada regresó a sus labores legislativas.
Alfredo del Mazo Maza, renunció como director del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos para buscar una candidatura a diputado federal por el PRI. Ahora es gobernador del Estado de México.
Pablo Basáñez, pidió licencia como alcalde de Tlalnepantla, Estado de México, y logró ser diputado federal por el PRI.
Erick Lagos Hernández, uno de los hombres cercanos a Javier duarte de Ochoa, ahora preso, renunció como secretario de Gobierno de Veracruz y se registró como precandidato a diputado federal del PRI, ahora tiene fuero.
Adolfo Mota, que se separó del cargo de secretario de Educación de Veracruz para registrarse como precandidato a diputado federal del PRI. También goza de impunidad, amparado en el fuero.
Óscar Vega Marín, ahora ex coordinador de Relaciones Públicas del gobierno de Baja California, pretendió ser candidato a diputado federal del PAN.
Luisa María Calderón, hermana del ex presidente Felipe Calderón, quien pidió licencia como senadora tras ser designada en el PAN como precandidata única al gobierno de Michoacán, perdió la elección.
Dinorah Pizano, diputada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que se registró como precandidata del PRD a la delegación Benito Juárez.
Alberto Vanegas Arenas, renunció como director de Desarrollo Social de Tlalpan para registrarse como precandidato del PRD a jefe delegacional de esa demarcación.
Priscila Vera, asambleísta del PAN fue registrada como precandidata a diputada federal.
Héctor Saúl Téllez, diputado del PAN en la ALDF, aspiró a contender por una diputación federal.
El chapulineo será castigado por la población a la hora de votar y recordado como una práctica ilícita que debe ser sancionada por las leyes electorales. PEGA Y CORRE. – PAN y PRD presentarán un dictamen para desaforar a Tarek Abdalá, ya que la propuesta del PRI pretende desestimar el caso hasta que la investigación contra el diputado concluya. Presentarán un dictamen alterno al que anunció la Sección Instructora, en el que declaró improcedente el juicio de desafuero contra Tarek Abdalá, legislador priista y ex tesorero de Javier Duarte. El presidente de la Sección instructora, el priista Ricardo Ramírez Nieto, anunció que el sentido del dictamen es negativo y que por falta de quórum no pudo ser votado por los cuatro integrantes, dos priistas, un perredista y un panista…Esta columna se publica lunes, miércoles y viernes.
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