Mire que en eso de la política, la sociedad mexicana, ha llegado a un nivel de hartazgo que simplemente expresa a través de redes sociales, o en simples sondeos de opinión, en los que la población descarga en una hondonada toda su podredumbre, en ese afán catártico por intentar sanar la pena que le produce ver como la oligarquía gobernante se sigue burlando de ella, sin que nada, ni nadie, ponga un hasta aquí.
Tras la reforma política, producto de los “ismos” del gobierno Peñista, la figura de la candidatura independiente florecía, condenada al fracaso, maniatada con una sarta de requisitos, muchos de los cuales resultaban casi imposibles de cubrir, los candidatos independientes han tenido que recurrir a cuanto está a su alcance para lograr los registros tras acreditar contar con una Asociación Civil, una cuenta bancaría y carta casi, casi de no antecedentes penales, así como la cartilla de vacunación, para no contraer la rabia que produce la política mexicana.
La super anunciada salida de Margarita Zavala de las filas del PAN, para convertirse en futura candidata independiente es la cereza de un pastel, que comenzó a arranciarse desde el mismo momento que comenzó a presionar a su dirigente por garantizar condiciones de igualdad para la selección de su candidatura.
Pero cuando ha existido igualdad en el ejercicio político, cuando si ella, sabe lo que significa ser oposición y ser gobierno, sabedora de que el poder se ejerce, no se detenta; el poder se ejecuta, no se somete a consulta.
Y aun cuando niegue en lo público que no existe, ni existió acuerdos entre su esposo Felipe Calderón y la presente administración de Enrique Peña Nieto, lo cierto es, que ese acuerdo existe, y tan existe, que su pronunciamiento llega en dos momentos cruciales, el primero ante la inevitable conformación del Frente Ciudadano por México, y segundo, ante la exclusión del tema de Odebrecht de la agenda pública nacional, asunto en el que su esposo, estaría embarrado a pesar de su negativa a aceptarlo.
Ahora bien, lo más coherente que hasta hoy se ha dicho de los posibles candidatos independientes a la presidencia, provino de uno que optó por la decisión salomónica de no hacerle el caldo gordo al priismo rancio.
Para Emilio Álvarez Icaza, las recientes candidaturas independientes de Margarita Zavala, Jaime Rodríguez “El Bronco” y Armando Ríos Piter “han sido orquestadas desde Los Pinos” para fragmentar y dividir el voto. Estas candidaturas, escribió el coordinador de Ahora, lejos de contribuir a la construcción de confianza, representan los más viejos estilos de hacer política, con intereses personalísimos por delante, dijo Álvarez Icaza en una carta pública que divulgo en Twitter.
El plan de Emilio Álvarez Icaza y de la iniciativa Ahora es apoyar a candidatos a nivel local, y seguir construyendo fuerzas para “enfrentar la regresión autoritaria que padece México en sus múltiples formas”, así como dar la batalla contra lo que, según el exombudsman de la capital, representan el PRI y sus aliados: corrupción, impunidad, impunidad, engaño, abusos, mentira, privilegio para unos cuántos y violación sistemática al Estado Democrático de Derecho y los derechos humanos.
En 14 estados del país, la organización Ahora sí tendrá candidaturas, como diputados, presidentes municipales e incluso gobernadores, cosa que confirma que aún existen personajes con determinación por hacer las cosas bien y como se deben.
No se usted, pero en los hechos, la salida de Margarita Zavala confirma que en nuestro país son pocos los que realmente aportan una visión fresca al quehacer político y público, en su afán por mejorar las condiciones imperantes del entorno, lo que si se evidenció es que los caprichos de Margarita terminaran por desojar a la misma flor.
Las fallidas candidaturas independientes son los remedios de la abuelita de la política del siglo XXI, efectivos, pero muy limitados para el fin que persiguen.
Al tiempo.
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