Ha llegado el fin de semana y también el fin de mes. Ha llegado el día de paga para la burocracia estatal. ¿Será la última vez, al menos en la presente administración, que muchos cobren su última quincena como trabajadores del Gobierno del Estado?
En “Prosa aprisa” del 19 de septiembre pasado comenté en este espacio que en esta quincena que está terminando vendría un nuevo recorte masivo de personal en un porcentaje de 30 por ciento de la burocracia, según cifra que manejaban los administrativos.
Recordé que había sido el propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares quien el 31 de agosto había anunciado una segunda ronda de despidos (hubo una primera a principios de año, aunque dijo que el “ajuste” de personal sería “continuo y permanente” durante su breve administración), para lo cual el Secretario de Finanzas, Guillermo Moreno Chazzarini, ya había pedido a los titulares de las dependencias que hicieran una revisión de sus plantillas de trabajadores.
“La novedad es que se irán a la calle también sindicalizados”, apunté, y comenté que en primera instancia se razuraría a quienes menos tiempo tuvieran con sus bases, no más de tres años, aunque era posible que se guillotinara a otros con más antigüedad.
Pero si algunas de mis fuentes están en lo cierto, al parecer habría habido una contraorden de último momento para no echar más trabajadores a la calle, aunque de todos modos se les afectaría, pues a cambio de dejarlos les quitarían sus compensaciones y los dejarían con un sueldo base mínimo, que sería casi sólo para que sobrevivan.
Si es correcta la información que me han dado (la falta de información oficial hace que se atenga uno a lo que se puede saber a través de fuentes extraoficiales), el freno habría sido porque se convencieron ya de que existe un enojo generalizado en contra de la administración por la forma en que ha estado afectando a miles de trabajadores y sus familias, coraje que, por lo que comentan los despedidos, se va a desahogar en las urnas el próximo año votando en contra de los azules.
Dice el refrán que de los males el menor, y si es buena la noticia –insisto, si es cierta– de que no habría despidos, sería mala, muy mala que les tumbaran la compensación, que es con la que verdaderamente se ayudan los trabajadores, porque el sueldo base apenas si les alcanza para lo mínimo indispensable.
Otra cosa que no se sabe es si la pérdida de compensación sería sólo para los que están o estaban considerados para ser despedidos, o si se aplicará en general a toda la burocracia, lo que tendría una grave repercusión para el gobierno por el enorme descontento que generaría
Aquí si no aplicaría aquello de jodidos pero contentos; aquí sería jodidos y molestos, enojados. Esperemos a saber que pasa finalmente. Ojalá y ocurra lo mejor para tanto jefe o jefa de familia sobre quienes, hasta en tanto no haya una información oficial, pende la cuchilla de la guillotina. Pero de que hay incertumbre y malestar en muchos, la hay, ya sea porque los dejen cesantes, ya sea porque les tumben ingresos.
Aunque anoche, cuando ya cerraba esta columna, administrativos de organismos descentralizados me confirmaron que ni maíz paloma, que se van, que hoy se van a la calle cientos, acaso miles de trabajadores, que el lunes ya serán cosa del pasado y hasta me pidieron que les sugiriera que por aquello de las dudas se lleven todas sus cosas personales porque ya no podrán regresar más a los que hasta hoy han sido sus centros de trabajo.
Suceda una cosa u otra, de todos modos la noticia es mala. Y pensar que casi todos votaron por el cambio.
¿Quién asesora al Gobernador?
Aquí he publicado mi reconocimiento al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares como un político profesional, experimentado, inteligente (no lo dudo) y hasta culto, si se quiere. Cuando lo he dicho no han faltado las críticas a mi persona, pero trato de ser justo y darle, como decía Ulpiano, a cada quien lo que le corresponde.
Es obvio que el titular del Ejecutivo, por lo complejo del Estado y más en tiempos como los que le está tocando gobernar, no puede estar en todo y, ahora sí lo creo, tampoco estar informado, enterado de todo (tal vez en el fondo lamente la ausencia de quien fue su gran amigo, asesor y colaborador Enrique Ampudia Mello, quien le llenaba todos los vacíos) como lo estuvo cuando fue Secretario General de Gobierno en el siglo pasado, en el gobierno de Patricio Chirinos.
Pero entonces, ¿quién lo asesora?, ¿es que no tiene a nadie, absolutamente a nadie, que le diga que las cosas van mal, que las están haciendo mal, que se están cometiendo graves errores tanto que ya tiene a la mayoría de los veracruzanos en contra?
¿Es que nadie se atreve a decirle que el fiscal Jorge Winckler Ortiz le está causando grave daño a la imagen de su gobierno y de su propia persona con las arbitrariedades y los abusos de autoridad que está cometiendo y que lo debe cesar de inmediato antes de que acabe de hundir su proyecto sucesorio para 2018?
¿Es que nadie se atreve a comentarle que la detención que hizo Winckler de siete ingenieros electricistas de Veracruz-Boca del Río-Medellín, de muy buena reputación, ni siquiera lo hicieron los gobiernos de Fidel Herrera Beltrán y de Javier Duarte de Ochoa en sus peores momentos?
Honestamente, no creo que la falla sea de la jefa de asesores, Clementina Guerrero, porque ella es una mujer inteligente, sino de las gentes de su círculo cercano, de quienes intiman con él, están cerca de él, forman su círculo rojo, pero se ve o que tienen miedo de decirle las cosas, la verdad, o que deliberadamente prefieren engañarlo y sólo se dedican a aplaudirle, a decirle sí señor a todo aunque vean o sepan que va rumbo al desfiladero, y a hacerle caravanas y genuflexiones hipócritas, engañosas.
La oposición, claro, está contenta y aplica aquello de que cuando veas que tu enemigo está cometiendo pendejadas, no lo distraigas.
¿Es que nadie tuvo los alcances para decirle al gobernador que no era oportuno que se filtrara, que se diera a conocer o se publicara en este momento el acuerdo para que la Secretaría de Finanzas revise y valide los adeudos con proveedores y contratistas con la advertencia de que si se observa documentación apócrifa o el reclamo de pago sobre obligaciones inexistentes, entonces se procederá a realizar las denuncias correspondientes en contra de ellos?
¿Nadie se atreve a decirle que eso suena a amenaza, a algo equivalente a algo así como preguntarle a alguien: ¿veeerrrdaddd que yo no te debo nada?, pero poniéndole una pistola con cartucho cortado en la cabeza, en la sien?
¿Es que nadie lo alerta de que esa advertencia es inoportuna cuando el Fiscal acaba de encarcelar a reputados ciudadanos ingenieros sólo porque estaban recolectando despensas para los damnificados por los sismos, y que eso se podría tomar como una advertencia o una amenaza a los contratistas de que si continúan reclamando sus pagos los meterán al tambo, a la cárcel, por algún rayón, alguna mancha, alguna arruga o alguna parte ilegible que detecten en sus documentos por causas ajenas a ello, todo con tal de que dejen las cosas por la paz?
¿Nadie le dice que eso causa desconfianza, temor, zozobra, incertidumbre, y que todos han decidido buscar ya o acercarse a quien les puede garantizar protección por sus relaciones en el altiplano, en el Gobierno Federal, ante cualquier atropello o abuso ejecutado por Winckler y ordenado desde el Palacio de Gobierno? ¿Qué eso se traducirá en votos, pero en contra?
Solos, con su circo
La diputación opositora –Morena, PRI y Juntos por Veracruz– decidió no hacerle el caldo gordo a la diputación panista y al “espurio” presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), y a partir de ayer decidió no participar más en las sesiones hasta que no se regrese a la legalidad en el Congreso local.
Argumenta, y con razón, que participar sería tanto como respaldar, validar, a quien detenta la Jucopo, de la que se ha apoderado un grupúsculo que está fuera de la legalidad.
Respaldo de Juan Carlos Molina
Una buena representación priista está convocada esta mañana en el rancho del dirigente estatal de la Liga Agraria, Juan Carlos Molina Palacios, para compartir el pan y la sal con el senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla. Se me dijo que será sólo para reafirmar lazos de amistad entre la familia priista.
El CEN envía a la Secretaria de Estados en Oposición
Por otro lado, también esta mañana en la sede del CDE del PRI tendrá lugar una reunión de la militancia tricolor que encabezará la senadora Diva Hadamira Gastelum Bajo, Secretaria de Estados de Oposición del CEN tricolor. La reunión fue instruida por el Comité Ejecutivo Nacional, que se empieza a preparar con todo para la batalla que viene.