Llegó el momento de la reconstrucción

Mi querido México, septiembre ha sido contigo un mes muy duro, has aguantado como los grandes embate tras embate, demostraste que tu gente es inigualable, que nos equivocamos infinitas veces al decir que teníamos el gobierno que merecemos, tu bondad y solidaridad se desbordó en las calles, callaste a todos aquellos que hablaron mal de tus nuevas generaciones, demostraste que cuando el trabajo va más allá de una necesidad tus manos se hacen presentes y son capaces de levantar muro tras muro.

Se cayeron tus paredes más endebles provocando angustia y mucho dolor, pero bajo tus escombros también apareció la esperanza, las ganas de vivir y de luchar unidos por salvar una vida, la ilusión tuvo un nombre: Frida Sofía, y no fue un invento de los medios, fue tu amor a la nación, la necesidad de comprobar que no todo está perdido lo que nos hizo creer, fuimos todos nosotros como señaló Toño Sempere, porque por un instante en tus pantallas y portadas no vi violencia, vi sólo amor y entrega, por una noche hasta los periodistas más críticos realmente esperaban que ella existiera, ¡y existió! Cada vida que aparecía, cada persona que sobrevivió fue la victoria que tanto necesitábamos, fue el resultado de esa fuerza que siempre has manifestado y que en ocasiones olvidamos.

México eres poder, eres la gente que sin importar su edad lo entregó todo, eres el niño compartiendo toda su dulzura a tu incansable labor, eres el anciano entregando toda su fuerza para recuperarte, eres los jóvenes recorriendo cada carretera esperando entregarte el sustento que la naturaleza te arrebató, eres sus mujeres, sus hombres, el amor presente a los suyos de norte a sur. El México que vi todos estos días en los que no importaba nuestra cultura, en los que no existió egoísmo, en los que tus políticos pasaron por un instante a segundo plano, es el México en el que quiero creer, el México que no esperó respuestas de otros, que actúo de inmediato y se levantó a tender una mano, el México que pausó actividades lucrativas para poner a disposición de quienes lo necesitaban todos sus recursos. El México que no cuestionó si el otro lo merecía, que no dudó en desprenderse de todo cuanto poseía con tal de apoyarnos como mexicanos.

El México en el que la ayuda se desborda, en el cual agradecemos a quien entrega su vida por nosotros, el México en el que olvidamos el resto de los problemas porque lo único importante en el momento era agradecer que nos encontrábamos con vida y no sólo pedir por la vida de quiénes no encontrábamos, sino realmente buscarlos, utilizar las redes para verdaderamente comunicarnos y hacer saber a otros que alguien les esperaba, demostrar que Facebook y Twitter son armas verdaderamente poderosas cuando de ayudar se trata.

Por ese México no claudicaremos, porque por un instante demostraste que siempre van a existir personas sin corazón, aquellos que intentan lucrar con la tragedia de los demás o que en medio de la desesperación se aprovechan, pero todos esos son insignificantes cuando tu gente verdaderamente se une, porque al final demostramos que los buenos somos más, que la corrupción nos habrá derrumbado algunas paredes, pero tus cimientos, nuestros cimientos son más profundos, y en medio de la desgracia pudimos vislumbrar tus entrañas, la verdadera esencia de un mexicano, apuntalamos cada uno de tus muros para no dejarte caer, porque solo no podías levantarte.

México estamos juntos, más unidos que nunca y haremos lo posible porque nuestra cohesión permanezca, dejamos de esperar respuesta de otros, por primera vez no dudamos un instante en reaccionar para cuidarte, no dudamos en ignorar el cansancio y todas tus especies han trabajado día y noche para recuperar la vida de tu gente, la vida que resistió hasta que tu solidaridad llegara.

Frida fue amor y fue esperanza, no sólo durante los instantes televisivos, sino también en cuatro patas, cuatro patitas solidarias que le dieron luz a otras familias. México por todo tu amor y toda tu fuerza ha llegado el momento de reconstruirte, el momento en el que todas tus ideas florecen y ahora no existen los límites, demostramos que no existe sistema político o económico que detenga esta unión, creímos los unos en los otros y ahora es el momento de no debilitar los lazos que hemos formado, es el momento de dar todo lo que somos, de entregar nuestros conocimientos para devolvernos seguridad.

Incluso el crimen por un instante se hizo solidario, los únicos niveles presentes en estos días fueron los de tu organización, por ello vamos a levantarte. Porque si bien juntos hemos trabajado, tenemos muy presente que ahora más que nunca nos necesitas. Tu gente es gente que llora, pero también ríe, gente que sueña y ahora unidos vamos a construir cada uno de tus sueños, quizás algunos de nuestros cimientos fueron débiles, pero los haremos con toda la fuerza que presentaste estos días. Ha llegado el momento de juntos devolver la vida y tranquilidad, de juntos levantar el México que todos queremos.

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