La política es diálogo, es negociación, son acuerdos.
Por su larga trayectoria, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares es un político con toda la experiencia y bien lo sabe.
Por eso me sorprenden las cosas que están pasando en Veracruz con respecto a su administración, donde pareciera estar ausente… o muy seguro de su presente y de su futuro político, al grado de que ya todo le “vale”.
Es más, pareciera que incluso no necesita y por lo tanto no exige a sus colaboradores que actúen, que hagan su trabajo y que lo ayuden a quitarle golpes.
Algunos alcaldes electos que estuvieron el domingo en la reunión del PAN-PRD que tuvo lugar el domingo en Boca del Río salieron a platicar cómo, según escucharon al gobernador, prácticamente ya ganó las elecciones de 2018, para que su hijo lo suceda y para todos los demás cargos.
Les habría dicho, además, detalles de todo el control que ha logrado ya de los organismos claves para apretar a sus enemigos o adversarios, para que estos los apoyen por las buenas o por las malas. Eso salieron comentando.
Quizá a eso se deba la seguridad que ya muestra y tal vez por eso no le preocupa lo que digan importantes sectores de la vida pública del Estado.
Reportero viejo, viejo reportero que soy, nunca había escuchado que un dirigente empresarial le hiciera un reclamo como el que le dirigió ayer el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) Xalapa, Juan Manuel García González, quien le pidió “con todo respeto” que ya se ponga a “chambear, y punto”.
Varios medios, portales informativos, registraron las palabras del empresario, cuya molestia es por el anuncio que hizo el gobierno mediante un boletín de que van a analizar cuáles son las empresas a las que les van a pagar lo que les deben.
Con justa razón, creo, García González criticó que diez meses después de iniciada la administración todavía no se haya hecho la depuración que se anunció desde el arranque que se haría.
Pero no sólo él se quejó. También lo hizo el presidente de la Canaco local, Gerardo Libreros Cobos, quien no descartó romper relaciones con la administración yunista porque, dijo, a pesar de que existe un adeudo de 230 millones de pesos, el diálogo para solucionar el problema es nulo.
“Vamos a seguir insistiendo y así como hicimos con el gobierno anterior, no descartamos romper la relación, porque hasta ahorita no la ha habido y es cansado, algo repetitivo, pedir que nos reciban por la vía institucional, lo que en un escrito pedimos como debe de ser, pero no ha habido respuesta y tampoco ha surtido efecto”.
Cabe preguntar qué está haciendo el Secretario de Desarrollo Económico para evitar estos señalamientos a su jefe, pero también si es que al titular del Ejecutivo no le interesa lo que digan representantes de un importante sector de Veracruz.
Con mucho “respeto” pero le piden que ya se ponga a “chambear”. Nunca los empresarios habían llegado a tanto, a ese torno verbal.
Una posible explicación para la falta de respuesta a su petición es que en el gobierno, en efecto, se sienten ya muy seguros de que van a mantener el gobierno, de que ya ganaron las elecciones de 2018, y entonces, “¿háganle como quieran?”.
Esta quincena, el otro despido de trabajadores
Ojalá y mis fuentes estuvieran equivocadas, pero me temo que no lo están.
Me han informado que será a fines de esta quincena, de este mes, cuando se haga el nuevo recorte masivo de personal del Gobierno del Estado.
La cifra que se maneja adentro entre los administrativos es que le pidieron a los jefes que fuera del 30 por ciento del personal.
La novedad ahora –el recorte ya lo había anunciado el propio gobernador Miguel Ángel Yunes Linares aunque no había dado fecha precisa, sólo que sería en septiembre– es que se irán a la calle también sindicalizados.
En primera instancia, se razurará a quienes menos tiempo tienen con sus bases, esto es, no más de tres años, aunque es posible que se guillotine a otros con más antigüedad.
Fue el 31 de agosto pasado cuando el titular del Ejecutivo anunció una segunda ronda de despidos, para lo cual, dijo, el Secretario de Finanzas, Guillermo Moreno Chazzarini, ya había pedido a los titulares de las dependencias que hicieran una revisión de sus plantillas de trabajadores.
Además, el gobernador anunció que el ajuste de personal sería “continuo y permanente” durante su breve administración. O sea, que los de este mes no serán los últimos.
La información de los administrativos es que pidieron a los delegados sindicalizados una relación de todos los trabajadores con los datos de su antigüedad y las tareas que desempeñan, y que con base en ella van a accionar las tijeras.
Mala noticia, pues, la que además va a provocar mucha incertidumbre y preocupación entre los burócratas del Gobierno del Estado, por no saber si ellos estarán entre los próximos sacrificados.
Además, se teme que como ocurrió con el primer paquete que hubo de despedidos al inicio del año, a los sacrificados de este mes tampoco los indemnicen conforme a la ley.
Insisto en mencionarlo, porque me lo han dicho con mucho pesar personas a las que conocí a mi paso por la administración pública, ellos querían un cambio para bien de Veracruz y de ellos y por eso votaron en contra del PRI y a favor del candidato del PAN ahora gobernador, también ahora su verdugo.
A la calle, pues, varios cientos, miles más, y con ello más pobreza, necesidad, acaso comercio informal, ventas de sus objetos personales a las puertas de sus casas –la cubanización de la que he venido hablando–, robos a tiendas de productos básicos y, en el peor de los casos, el engrosamiento de las filas de la delincuencia organizada.
Y, lamentablemente, no, por ningún lado se anuncia la llegada de inversiones que podrían crear nuevas fuentes de trabajo y generar ingresos para tantos trabajadores cesantes.
Es por eso ofensivo que los diputados locales sigan cobrando sueldos estratósfericos, ofensivos, de 240 mil pesos mensuales o más, según confirmó la propia diputada de Morena Tanya Carola Viveros, con lo que confirmó una cifra que previamente había yo manejado en esta columna.
Por eso no se justifica el regalo de coches para ser rifados por parte de las autoridades estatales ni la contratación de artistas que cobran en dólares como Willie Colón para que vengan a Xalapa por sólo unas cuantas horas.
Por eso indigna que un grupo de diputados locales del PAN presuma fotos en Facebook brindando por las fiestas patrias en reconocido restaurante de Xalapa, que si lo hacen por lo menos debieran ser discretos para no ofender ni lastimar a tantos despedidos del gobierno ni a tantos pobres y necesitados.
Se van empresarios del Estado
Para colmo, empresarios del Estado, los que tienen para invertir, se están yendo a otras entidades ante la inseguridad a causa de la delincuencia pero también ante la falta de compromiso de las autoridades estatales para pagarles lo que les deben a muchos de ellos.
En entrevista con Leticia Rosado, de la Agencia Imagen del Golfo, el expresidente del Consejo Coordinador Empresarial de Veracruz (CCEV), Jesús Castañeda Nevarez, declaró que los titulares de Finanzas que ha habido “no nos han dado ni el saludo”.
Y comentó: “De repente dejamos de ver a los colegas y cuando los volvemos a encontrar pasado el tiempo, nos dicen que están trabajando en Aguascalientes, en Querétaro, en otros lados. Sin embargo, ellos sí se pudieron mover, pero no se llevaron a sus trabajadores”.
Expresó que la “están pasando muy mal” cuando que son los que generan los empleos, mismos que alimentan y mantienen a las familias veracruzanas.
No miente. Y no sólo a esos estados se están yendo muchos empresarios que tienen capital.
Me ha tocado que por amistad y relación que tengo con algunos hombres de negocios, por la confianza que me tienen, me han platicado sus proyectos de inversión en otras latitudes, como en la Riviera Maya, además de su desencanto con la actual administración. Ellos piensan llevarse su capital, para allá, para comprar, para construir, para abrir nuevos negocios, nuevas empresas.
Lógicamente, no soy ni hombre de empresas ni tengo ningún capital salvo lo indispensable para ir sobreviviendo, pero por esa confianza estoy enterado algo del mundo de ellos, por ejemplo que votaron por el cambio, que esperaban otra cosa pero que se han decepcionado y no confían en el actual gobierno y que no piensan arriesgar más su dinero.
O sea, se llevan y se van las oportunidades para crear fuentes de trabajo, lo que deja más indefensos a los trabajadores que están siendo despedidos por la administración estatal. Triste panorama, pues, pero no se ve ninguna solución en el corto plazo.