Congreso en llamas

“Con audacia se puede intentar todo, más no conseguirlo todo.” – Napoleón.

 

Tras el albazo propinado el pasado viernes por parte de la Fracción Parlamentaria del PAN, encabezada por el actual presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Sergio Hernández Hernández, las tensiones al interior de la Sexagésima Cuarta Legislatura se calienta.

La renuncia a sus militancias de los diputados Regina Vázquez Saut y Basilio Picazo Pérez, ha provocado que las fracciones parlamentarias de Morena, PRI y Juntos por Veracruz, esbozaran su rechazo rotundo.

Y es que mientras la acción cumple en rigor el texto de lo señalado por el artículo 31, párrafo III, de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado, al contar la bancada del Partido Acción Nacional (PAN) con 21 diputados, lo cierto es que los acuerdos construidos al arranque de la legislatura, se rompen, pues no se respetó el compromiso de rotar la presidencia de la Jucopo, como se habría acordado.

Evidentemente en política, todas las acciones son válidas mientras las mismas permitan la perpetuidad del poder, la pregunta aquí será cuestionarnos ¿bajo que costo?

Precisamente ese fue la causa de tan airados reclamos por parte de los legisladores de oposición, quienes acusaron que no se respetó la firma del acta de instalación de la Legislatura, en donde se acusaba que los panistas mantendrían la dirección de la Jucopo por 11 meses en función de una ecuación respecto a la proporción de legisladores que participan de la Cámara.

La acción ha provocado que las llamas comiencen a encender las pasiones de los grupos que ahora, bloquearan toda posibilidad que este a su alcance.

La jugada resultó ser maestra, por ello, el malestar de los diputados de oposición, pues fueron literalmente novateados, por el que pensaban era el inexperto, quien les señaló que la ley establece el derecho de los grupos legislativos a modificar su número de integrantes en cualquier momento, y por lo tanto los periodos para ocupar la presidencia de la JUCOPO que se rigen en proporción al número de integrantes de cada bancada.

La medida analizada en el seno del mismo Congreso, se fundamentó con base a lo señalado por el artículo 31 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo que advierte que “Si ningún Grupo tuviere la mayoría absoluta de diputados, la Presidencia de la Junta será ocupada por toda la Legislatura por el Coordinador del que cuente con la mayoría relativa, siempre que el número de diputados de ese Grupo sea superior a veinte”.

El reclamó habrá seguramente de escalar y elevará la ya de por si tensa relación entre grupos parlamentarios, las consecuencias de dicha jugada, evidentemente serán altas, pero quizá no tanto, si se preserva el control del Congreso, que evidentemente en manos de Morena, habría sido una especie de suicidio para el actual gobierno estatal y para su grupo parlamentario.

El final de esta historia será de pronóstico reservado, evidentemente lo que es un hecho es que seguramente el fuego encendido habrá de hacer arder la tensa relación entre fracciones, que emplearán la tribuna del Congreso, para echarse en cara los reproches y reclamos de tan audaz jugada.

 

Al tiempo.

 

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Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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