Una vez más, Veracruz vuelve a dar la nota, y no precisamente por sus buenos resultados, sino por la confirmación de que la política social emprendida por los gobiernos federal y estatal, son un rotundo fracaso, pues los resultados otorgados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) así lo avalan.
Entre los años 2014 y 2016, el aumento del porcentaje de pobreza en el estado de Veracruz, informó este miércoles el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) al presentar el Índice de Pobreza de 2014 a 2016 en México.
Según el informe del Consejo, la entidad aumentó el índice de pobreza de 58 a 62.2 por ciento en dicho periodo, a pesar de que las autoridades en la materia afirmaban que se está trabajando y se estaban alcanzando los resultados esperados en la materia.
En el plano nacional, el número de mexicanos en situación de pobreza en el último bienio en México bajó de 55 millones 341 mil 556 a 53 millones 418 mil 151, lo que significó un avance del 3.47 por ciento en el combate a la pobreza en el país; más no en Veracruz.
Así lo reveló el secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, al presentar el Índice de Pobreza de 2014 a 2016 en México.
El funcionario, detalló que el porcentaje de la población que se encuentra en situación de pobreza disminuyó de 46.2 por ciento hace dos años, a 43.6 por ciento.
Reveló que el número de personas en situación de pobreza extrema decreció de 11 millones 442 ml 303 personas en 2014, a nueve millones 375 mil 581 personas el año pasado, aunque prevalece la brecha existente entre la pobreza de la gente que vive en zonas urbanas respecto a la población rural.
Ello se debe a que, del total de la población en condición de pobreza, el 58.2 por ciento es rural, y de la cual 17.4 por ciento vive situación de pobreza extrema, mientras que el 39.2 por ciento es urbana, de la que 4.7 por ciento está en pobreza extrema.
Lo mismo ocurre en cuanto a la población indígena y no indígena, ya que, del primer grupo, el 77.6 por ciento vive en situación de pobreza y el 41 por ciento es población no indígena, lo que revela que todavía falta mucho por hacer en esta materia, indicó.
En cuanto a la evolución que ha tenido la pobreza de 2010 a 2016, expuso que el número de personas en esta situación en 2016, fue menor al de 2014, aunque la cifra continúa siendo mayor a la de 2012, cuando se registraron 53.3 millones de personas y que en 2010 cuando fueron 52.3 millones.
Explicó que parte de esta situación se debe a diversos factores entre los que destaca precisamente la inflación y el mismo crecimiento poblacional que ha tenido el país.
Cabe resaltar afirma Hernández Licona, que el número de personas en situación de pobreza extrema ha mantenido una constante disminución, ya que en 2012 la cifra ascendía a 11.5 millones y en 2010 eran 13 millones de habitantes,.
Lo mismo ocurre con las carencias sociales, ya que de 2010 a 2016 pasaron de 2.6 a 2.2, mientras que el rezago educativo se ha reducido de 20.7 por ciento en 2010 a 17.4 por ciento en 2016.
A su vez, la carencia por acceso a los servicios de salud bajó de 29.2 a 15.5 por ciento; en tanto que la carencia por acceso a la seguridad social disminuyó de 60.7 por ciento a 55.8 por ciento de 2010 a 2016.
Resaltó que las entidades que redujeron su porcentaje de pobreza de 2014 a 2016 fueron Baja California Sur, de 30.3 a 22.1 por ciento; Durango, de 43.5 a 36 por ciento; Quintana Roo, de 35.9 a 28.8 por ciento y Aguascalientes, de 34.8 a 28.2 por ciento
En tanto, las cinco entidades que aumentaron su porcentaje de población en situación de pobreza en dichos años fueron Veracruz, de 58 a 62.2 por ciento; Oaxaca, de 66.8 a 70.4 por ciento y Tabasco, de 49.6 a 50.9 por ciento.
De este modo, se hace evidente que en el combate a la pobreza prevalecen retos importantes, entre ellos el lograr un ritmo de crecimiento económico elevado y sostenido, y propiciar el ejercicio pleno de los derechos sociales.
Además, se debe trabajar para para continuar abatiendo las desigualdades regionales entre grupos de población y reducir la inflación a niveles previos a los de 2017.
En Veracruz, esos resultados nublan las evidentes aspiraciones de quienes encabezan estas carteras tanto en el ámbito estatal, como en lo federal, el reto que habrán de asumir las dos responsables de ello, será forzosamente redoblar la tarea o decir adiós a sus sueños senatoriales.
Anilú Ingram, así como Indira Rosales, saben que en la medida de sus desempeños se están jugando proyectos sexenales y no cosas menores.
La batalla final se verá consumada el 1 de julio del 2018. Pero al paso que van, otros actores políticos habrán de comerse el mandado.
Sextante
Algo grave ocurre en la Secretaría de Seguridad Pública, la firma de órdenes de desalojó se está convirtiendo en pan nuestro de cada día, claro, con la complacencia de su titular Jaime Téllez Marie.
Y es que el hecho violento que se reportó por parte de integrantes del Movimiento Antorchista en la región de Córdoba, no es tema menor, resulta que los habitantes de la Colonia El Trébol, se vieron afectados cuando cerca de 100 policías llegaron a dar cumplimiento a una orden que a todas luces violentaba el debido proceso, pues la dirección plasmada en el documento, ni siquiera pertenecía al sitio o lugar referido.
Aun con ello, los uniformados arremetieron contra las personas lesionándoles, resultado de su evidente oposición al mismo, pues las personas con escritura en mano señalaban que estaban cometiendo un error.
No basto ello, para que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública arremetieran a toletazos contra una mujer embarazada y otras personas que hoy en voz de la diputada local Janeth García Cruz, denunciaron los hechos.
Ojalá el gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares, llame a la cordura a los referidos responsables y sean sancionados en su caso los autores materiales e intelectuales de tan atroz error.
Al tiempo.
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