Los violentos desalojos, en todo el estado, por parte de la Policía Estatal son censurables. Son unos cobardes ellos y los responsables directos, de estas acciones. Se tenga razón o no, no se puede usar la fuerza ante la población inerme. Garrotes y pistolas, contra quienes están desarmados. Ya no queremos más violencia, suficiente tenemos. Estamos postrados, ante la impotencia y la furia. Pasmados ante la preocupante nulidad, de una administración tan inepta y omisa, que hay quienes añoran al PRI. Y hacen la comparación del mandatario actual, tan nefasto o más que los de la decena trágica. Ha llegado el tiempo de las respuestas y resultados, antes que todos lo lamentemos.