* Xóchitl Tress, Janeiro y Ortega, libres * Spinoso devolvió lo que quiso * Karime Macías no es prófuga * Cuentas congeladas para amainar la repulsa * Anilú: la guerra sucia que va a enfrentar * Coatza, con 40 años de retraso social: Carranza * Hillman entre los que lo jodieron * El desafuero del Cisne Silva va * La prestanombre del priista
MUSSIO CARDENAS ARELLANO
Publicada en mussiocardenas.com
10 de agosto de 2017
Fuera de la ley, el perdón es plenario. Así fue con Janeiro y con Ortega, con Spinoso y el duartismo de medio pelo que a cambio de la delación y la entrega de bienes, hoy son impunes.
José Juan Janeiro, operador del saqueo a Veracruz, describió la mecánica del desvío y las piruetas románticas de Javier Duarte, los “regalitos” a Xóchitl Tress, y el rol de Karime Macías Tubilla, la ex primera dama que cogobernó movida por la ambición, en la ejecución del robo.
Alfonso Ortega, el fiscalista, acudió a la Procuraduría General de la República por su propio pie, aterrado por el miedo a terminar en prisión, y ahí soltó los detalles del dinero desviado y dónde fue invertido, la mano de Karime en la transa, el endoso de las acciones, las empresas fantasma, de tal magnitud los millones y más millones que saturaron las tuberías del aparato financiero ideado para el atraco.
Edgar Spinoso, el diputado federal, fue hablantín y mañoso. Soltó lo que sabía y lo que otros llegaron a hacer, ofreciendo su arrepentimiento como acto de redención. Dio un avión, un helicóptero y hasta ahí quedó. Mea culpa a medias es pasaporte a prisión.
A los tres los citó Miguel Ángel Yunes Linares. Les dio la opción de hablar y regresar lo robado a Veracruz, sin ser gobernador, sin tener autoridad.
A los tres los grabó para dejar constancia de lo hablado. Suelta Yunes una parte de las revelaciones. Lo que se reserva es aquello con lo que va a cimbrar a México cuando el sistema lo comience a embestir.
Extralegal, el acuerdo ha funcionado como si la ley se adecuara a quien aún no ejercía el poder. Ha funcionado, no en la devolución total de los bienes adquiridos con dinero de las arcas del gobierno de Veracruz, pero sí en la impunidad de quienes ayudaron a Javier Duarte a robar.
Janeiro está libre. Había una orden de aprehensión en su contra, girada por un juez federal, y la PGR la canceló.
Ortega goza de buena memoria y mejor salud. Ninguna acción hay, ni habrá, mientras se mantenga en la línea de la delación, acreditando los datos de las empresas fantasma que creaba para adquirir viviendas en Estados Unidos o cómo compró los predios ejidales en Lerma, Campeche.
Spinoso salió mejor. Devolvió sólo una parte de lo robado, se niega a cumplir el trato extrajudicial y se ampara en su fuero de diputado federal, más intocable que Tarek Abdalá Saad, el ex tesorero de Javier Duarte, acusado del desvío de 23 mil millones de pesos, y más impune que Alberto Silva Ramos, El Cisne, imputado de malversar más de mil millones siendo vocero del ex gobernador con las empresas fantasma que traía desde que era secretario de Desarrollo social estatal.
A la banda se suma Xóchitl Tress Rodríguez, la diva alegre, la panista que Javier Duarte le robó a los Yunes azules, movida por las consejas celestinas del ex secretario particular de Fidel Herrera Beltrán, Erick Lagos Hernández, hoy operador del yunismo en el poder.
Sólo Xóchitl Tress fue parte de un mecanismo legal. Aprehendida en Puerto Vallarta, el 29 de julio, traída a Veracruz, admitió todo, los departamentos y la casa, lo de Santa Fe, en la Ciudad de México, y lo de Costa de Oro, en Boca del Río.
Diría aún más la señora Tress, viuda del ex diputado panista Gregorio Barradas Miravete, alcalde electo de Rodríguez Clara cuando fue levantado y ejecutado. Diría que recibió 1.5 millones de pesos para adquirir la vivienda, implicando a dos personajes más, Tarek Abdalá, y el secretario particular de Javier Duarte, José Ramón Cárdeno Shaadi —“Viva Javier Duarte”, gritó en el mes patrio—, metido también en el daño patrimonial a la Secretaría de Salud y en la Comisión Estatal de Atención y Protección de los Periodistas.
Contaría también la joven Xóchitl que un día, siendo funcionaria en Espacios Educativos, se fue a Cancún, acompañada de varias amigas. Tomó el teléfono. Habló con Javier Duarte y el gobernador le envió el avión oficial, el Tajín, para retornar.
Relataría la ex panista que se resistió a vivir de vender “lechitas y mazapanes” que otro día se hallaba en Cancún con el entonces gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, porque en esos alambres llegó a andar. Usó de nuevo el celular. Allá los alcanzó Javier Duarte. Y hoy acusa que es linchada por ser mujer.
De los enredos de Spinoso con el gobernador Yunes, la falta de cumplimiento, la burla del duartista, no quiere dar cuenta el presidente del Tribunal Superior de Justicia y cabeza del Poder Judicial en Veracruz, Edel Álvarez Peña. Él, como Sócrates, “sólo sé que no sé nada”.
“No tengo elementos, ni pruebas de que él se reúna con él —advierte—. De ahí que si no tengo, no me consta ese tipo de reuniones. Él —Yunes— anunció de alguna manera de unas devoluciones, pero no sé cual es el mecanismo que haya usado para eso”.
Y Pilatos Álvarez Peña se lava sus pulcras manos.
Obvio, fue un mecanismo extrajudicial. Lo que no se sabe es qué avión fue, qué helicóptero fue y que otros bienes o millones desvió el célebre diputado federal Edgar Spinoso, en operaciones que alcanzan hasta a su esposa, Carlota Besil, en el paraíso del duartismo, Woodlands, Texas, adquiriendo mansiones de lujo en el auge del duartismo.
De Spinoso se conoce su habilidad para crear empresas fantasma. Y esa virtud le viene de los tiempos en que Fidel Herrera era gobernador de Veracruz.
En bajo perfil fundaba empresas que servían para enmascarar recursos desviados desde los días en que a Veracruz lo mal gobernaba Fidel Herrera Beltrán.
Otro sesgo de la trama duartista y la repulsa social por la impunidad en que se mueve Karime Macías es el congelamiento de cuentas bancarias, filtrada al periódico Reforma para amainar el reclamo de los veracruzanos que la ven reír y vivir una vida de placer en Londres.
Hay jolgorio hoy porque la PGR congeló cuentas bancarias de Karime Macías y sus parientes, las del papá Tony y la mamá Yazmín, la hermana Mónica y el cuñado José Armando, las primas y los primos, todos los que dejaron huella en el gran atraco a Veracruz.
Y hay grandes titulares y despliegue en los medios por tal acción.
Nada nuevo. Este asunto es cuento viejo. Desde los días en que Javier Duarte huía y Karime se había esfumado, sabíase de la incautación de cuentas bancarias.
Una fecha: 14 de noviembre de 2016. Ese día, la PGR anunció el aseguramiento de 112 cuentas de Javier Duarte y su clan; cinco empresas embargadas, dos de ellas inmobiliarias; cuatro propiedades aseguradas, entre ellas una casa en Lomas de Chapultepec, otra en Polanco, el rancho Las Mesas de 92 hectáreas, en Valle de Bravo, y las tierras ejidales en Campeche.
Reforma detalló que el aseguramiento obedecía a dos delitos: enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
“La Procuraduría General de la República aseguró las cuentas bancarias del ex Gobernador de Veracruz y su cónyuge de acuerdo a la carpeta de investigación FED/SEIDF/UEIDFF-VER/0000691/2
“Esta autoridad ministerial —decía el documento— ordena por conducto del titular de esta Unidad Especializada, girar atento oficio a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, a fin de solicitar se lleve a cabo el aseguramiento de dichas cuentas bancarias, pues es oportuno precisar que las multicitadas cuentas bancarias se encuentran sujetas a investigación dentro de la carpeta de investigación en que se actúa.
“Ello en razón de que hay indicios fundados y suficientes que hacen presumir que el numerario que se encuentra en dichas cuentas bancarias fue obtenido con las ganancias derivadas de la comisión de algún delito por las personas investigadas y relacionadas en la presente indagatoria, dice el oficio CGI-II-257/2016”.
Entre las cuentas aseguradas estaban las de Daniel Duarte de Ochoa, el hermano del ex gobernador que vive en España; María Cecilia de Ochoa Guasti, madre del ex Mandatario, y Jesús Antonio Macías Yazegey y María Virginia Jazmín Tubilla Letayf, los suegros. También a Mónica Ghihan Macías Tubilla y Lucía Letayf Barroso, hermana y prima de Karime Macías, respectivamente; Corsi Tubilla Letayf, tía política de Duarte; y José Armando Rodríguez Ayache, concuño del ex gobernador que en abril rentó un avión en Toluca para llevar a su familia a Guatemala.
“El citado oficio está suscrito por Roberto Rojas Esquivel, agente del MP de la Unidad de Investigación y Litigación de la Coordinación General de Investigación, y fue dirigido a Héctor de la Paz Cázares, titular de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Fiscales y Financieros de la PGR”.
Y hoy, la historia vieja es un notición. Y un distractor.
Nada nuevo en el aseguramiento de bienes. Con un albazo, se sofoca la repulsa social que demanda que Karime Macías vaya a prisión.
Y Karime sigue impune.
Por la vía extrajudicial, los duartistas cómplices burlan la ley. Janeiro, Ortega, Spinoso acudieron al llamado de Yunes azul, sopesaron la consecuencia legal, ofrecieron devolver lo robado o aportar elementos para llevar a la cárcel a Javier Duarte.
Por fuera de la ley les fue mejor.
Algo así como arrepiéntanse y serán impunes.
Y lo son.
Archivo muerto
Hoy con Pepe Yunes, antes duartista, Anilú Ingram se proyecta con el aparato de poder y el dinero del pueblo. Montada en la Sedesol federal, cuya delegación en Veracruz encabeza, difunde las acciones y los logros, los alcances y los beneficios para un sector, el de los pobres que ya les gustó vivir enchufados al presupuesto y a los programas sociales. Difunde Anilú Ingram su imagen, lo que de entrada es ilegal. Su prensa la ve ya en el Senado, donde hoy despacha su benefactor, Pepe Yunes. Pero sus detractores no tardan en soltarle metralla poco fina, una variedad de lodo que se cuenta sola en correos electrónicos donde lo menos que se dice es por qué Javier Duarte la tenía en su círculo más cercano. Cañón… A ver, Pitágoras. Si Coatzacoalcos acumula un retraso social de 40 años, según refiere el alcalde electo, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, entonces uno de los culpables lleva por nombre Iván Hillman Chapoy. Así se da un tiro en el pie el futuro presidente municipal. Viene de la “inadecuada administración de gobiernos estatales y municipales anteriores”, explica. Hace no tanto, de 2005 a 2007, mal gobernó Iván Hillman. Dilapidó 2 mil millones de pesos, sin obra decente, sin logro alguno. Ideó un acuario biósfera que habría salvado su administración, pero no lo cristalizó. Abandonó las colonias, a las que les construyó banquetas y guarniciones, pero no calles. Se clavó en el Encuentro Internacional del Mar, que traía figuras en el arte y la ciencia, pero que lo pagaba el gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Le robó un parque al pueblo, el parque del DIF, para entregarlo con marrullerías legaloides a su esposa, la ex diputada Mónica Robles Barajas, y convertirlo en un negocio particular llamado Quetzalli. En ese lapso, los 40 años de retraso social, se inserta a Iván Hillman, del Clan de la Succión, de José Pablo Robles y Roselia Barajas, sus suegros, que son los padrinos de la diputada federal Rocío Nahle García, por quien Víctor Carranza fue candidato de Morena a la alcaldía de Coatzacoalcos, municipio al que desde enero de 2018 gobernará. O sea que entre los que jodieron a Coatza está su patrón… No se frena, como pregonó César Camacho Quiroz, el desafuero del Cisne Silva. Decía el líder PRI en la Cámara de Diputados que por deficiencias de la Fiscalía de Veracruz se había desechado el juicio para retirarle la inmunidad al vocero de Javier Duarte, Alberto Silva Ramos, dejando impune al intragable ex líder del PRI estatal. Pues no. Admite la Comisión Instructora la solicitud y ya programa el procedimiento para establecer si procede o no. Al Cisne se le acusa de desvío de recursos en su paso por la Coordinación de Comunicación Social, las empresas fantasma de las que no se tiene evidencia que le hayan prestado algún servicio al gobierno de Veracruz, algo del saqueo a las arcas públicas. Que entre a trámite no indica que el desafuero proceda. Con su mayoría en la Sección Instructora y en el pleno de la Cámara de Diputados, el PRI lo podría frenar. Pero el show debe continuar… ¿Quién es esa dama, eficiente en lo suyo, las empresas y las finanzas, que sirve de prestanombre a connotado priista, abogado de los que no litigan ni una pensión alimenticia y se dan ínfulas de juristas, en la compra —real o simulada— de terrenos con broncas y litigios millonarios en Coatzacoalcos? Sin pista…
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