El gobernador no cumple

ALMA GRANDE

El gobernador no cumple

Por Ángel Álvaro Peña

 

La última esperanza de los veracruzanos para que haya justicia en su estado se extingue poco a poco conforme avanzan los dos años de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares.

De las promesas de campaña no se ha cumplido ni la décima parte. De la reactivación de la economía que dejó paralizada Javier Duarte nada se mueve; al contrario, los presidentes municipales nuevos empiezan a establecer negocios personales con una voracidad que debería ser registrada en los medios y sancionada por las leyes.

En realidad Javier Duarte dejó una economía de guerra en el estado; sin embargo, pareciera que Veracruz se convierte en la tierra de la impunidad.

El actual gobernador había prometido limpiar el estado, reactivar la economía, pero sobre todo castigar a los culpables. Pero no sólo no puede, no se lo permiten fuerzas superiores. Está acotado por niveles de gobierno más altos. Superior a su fuerza y su propósito de campaña.

Para los inversionistas resultan muy pocos dos años de gobierno y no son capaces de apostarle a un gobierno con tan poco lapso en el poder. Sobre todo acostumbrados a alargar el tiempo de las obras artificialmente, sacar de la mala calidad de los materiales una ganancia extra, entregando a la sociedad malos resultados pero grandes ganancias a sus empresas.

En diciembre de 2014, los diputados locales, por sugerencia del gobierno federal, aprobaron un periodo de transición de dos años para el gobernador y los diputados, con lo que las próximas elecciones de 2018 en el estado serían concurrentes con las federales.

Hasta ahora las autoridades federales y electorales se vienen dando cuenta del grave error que significó crear una gubernatura de dos años. Ahora, a casi la mitad de su mandato con el 30 por ciento del tiempo gastado en intentos de transformación, el estado sigue igual.

Al gobierno federal y al INE nunca nadie le ha reclamado este error que definitivamente está asociado a la búsqueda de impunidad del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa. Porque una idea de esa magnitud provino de las más altas esferas de la política nacional. Y tenía dos intenciones ocultas, la primera ampliar el abanico de posibles candidatos a la Presidencia de la República, la segunda coartar las acciones de los gobiernos de dos años que no estuvieran de acuerdo con los lineamientos del PRI, como sucede ahora con el panista Yunes Linares, quien no ha podido concretar una promesa de campaña que le fue muy fácil acomodar en sus discursos en busca del voto de los veracruzanos.

Para los gobernadores de dos años les permitía además ser candidatos de sus respectivos partidos a la Presidencia de la República, incluso este tipo de esquemas dieron esperanzas a otro de los gobernadores más corruptos de la historia de México, como César Duarte, quien señaló que “empatar los períodos de gobernador con los de presidente conlleva una serie de ventajas, además de que abre las posibilidades a que un mandatario estatal de Chihuahua en seis, 12 o 18 años aspire a ser jefe del Ejecutivo federal”. Es decir, esta brevedad de gobierno daba esperanzas al propio César Duarte de postularse como candidato del PRI a la Presidencia de la República, ahora es sólo un prófugo de la justicia, con muchas posibilidades de alcanzar la impunidad, luego de una muy breve estancia en alguna cárcel de lujo.

Los diputados que votaron en contra del dictamen de la gubernatura de dos años fueron los panistas Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, Alejandro Zairick Morante y Hugo Fernández Bernal; el petista Fidel Robles Guadarrama y Cuauhtémoc Pola Estrada, del Movimiento Ciudadano, este último advirtió que interpondría un recurso de controversia constitucional contra la reforma.

Es decir, la gubernatura de dos años sólo fue un pretexto para fortalecer un sistema electoral que necesitaba novedades que propiciaran que nada cambiara. Es decir, la posibilidad de mantener fortalecido un aparato de gobierno que mostró desde hace mucho tiempo, su decadencia y desgaste. La gubernatura de dos años fue una trampa que permitía ganar tiempo a que el PRI se reestructurara, no fue suficiente. Nadie hizo el intento.

El tricolor de 2015 a la fecha ha tenido tres líderes nacionales, Manlio Fabio Beltrones del 20 de agosto de 2015, al 20 de junio de 2016, Carolina Monroy, del 21 de junio de 2016 a julio del mismo año; y ahora con Enrique Ochoa Reza, quien ocupa ese cargo desde el 13 de julio de 2016, pero le impusieron una cuña, la ex secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu que vendría siendo una cuarta lideresa. Pero en una semana habrá un nuevo líder del tricolor, muestra de que esas gubernaturas lejos de favorecer a los priistas, que fueron quienes lo propusieron, también han sido afectados seriamente.

Las gubernaturas de dos años fueron un fracaso, nadie ganó con su imposición, resultado de un mayoriteo en los congresos locales de Puebla y Veracruz. Ahora todos los partidos lo lamentan.

En un par de meses habrá candidatos a la gubernatura de Veracruz, y todo habrá acabado para Miguel Ángel Yunes Linares. Los reflectores estarán puestos en los candidatos, lo mismo que las esperanzas de los veracruzanos.

En el ámbito de la justicia, el fiscal general del estado todavía no termina de enviar a la PGR pruebas y documentos que implican al ex gobernador. Tardará unos meses más, los suficientes como para que cada uno de los candidatos por la gubernatura por seis años, puedan anunciar o placear a sus procuradores restándole fuerza al actual fiscal.

Es decir, la gubernatura de dos años fue propicia para contribuir de manera definitiva con la impunidad de Javier Duarte que desde ahora se ve próxima y real. La risa de Javier Duarte desde el momento de su detención anunciaba algo que fue planeado meses atrás y en esto contribuye sustancialmente una gubernatura de partido contrario, de dos años. Es decir, una gubernatura de juego, que sólo el gobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares se toma en serio. PEGA Y CORRE.- Dominga Xóchitl Tress Rodríguez, llegó al Puerto de Veracruz procedente de Puerto Vallarta donde fue detenida en la zona del lujoso hotel Grand Miramar. Es acusada de enriquecimiento ilícito durante su gestión en la Dirección de  Espacios Educativos en la secretaría de Educación de Veracruz… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.

 

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