Resulta que la PGR velará, por los derechos humanos y la seguridad de Javier Duarte durante su extradición. Pero le vale un pepino, los de la ciudadanía. Los secuestros, muertes, violaciones, desaparecidos que el sátrapa no sólo permitió, sino que era socio del ejecutor: su secretario de seguridad,
Arturo Bermúdez. Bendito país kafkiano, donde las leyes protegen a los victimarios y las VÍCTIMAS claman justicia y no les escuchan. Hasta cuando lo permitiremos?