La cínica sonrisa y prepotencia del pillo de Vicente Benítez en libertad y con fuero, es el revés más grande que ha dado Miguel Ángel Yunes Linares a los veracruzanos. Lo protege, le anima, lo arropa, se muestra con el. El corrupto sujeto, que extrajo millones de pesos pertenecientes a la educación de Veracruz, tiene una fortuna incalculable y vive plácidamente sin rubor alguno. Está comprobado: todos son iguales y no hay voluntad para mostrar lo contrario. Sigue sumando el gobernador, a una antipatía general con sus actitudes.